25.12.10
aunque me haya vuelto el sueño
no entendí
y probablemente éste no sea el momento para hacerlo
cuando juro que las cosas son así
porque sí
la verdad es que te extraño
como pocas veces
como todas
la calma es hasta efímera
pero hace tiempo entramos en turbulencia
no es que alguna vez nos hayamos ido
pero voy a tener que dejar el palabrerío inútil
a veces tanto
a veces
los muebles no me hablan
de que ésta es mi casa
de que estás vos en ella
pero hay días en los que sí.
23.12.10
22.12.10
14.12.10
300
tírese de rodillas y nade,
a veces una hora es demasiado tiempo
pero mi cuerpo está para esto:
ser el envase contenedor de lágrimas
la tolerancia, la energía.
a contraluz todos los principios se desvancen
y nos quedan nada más que los fines y las culpas,
lo inevitable.
esa maldita renuncia constante.
devoción: que de repente la distancia entre la cama y la puerta sea eterna.
6.12.10
5.12.10
Cerrás la puerta con doble llave a las tres de la mañana. Te olvidás de todo. Sabés que nadie va a intentar abrirla, al menos en unas doce horas. Contaste todas las colillas de cigarrillos que quedaron en el cenicero. Sabés que eran todas tuyas, pero a las del otro no podés distinguirlas. Pensás en Ned Flanders bailando hasta que se le caiga la ropa. Te preguntás si a vos podría pasarte lo mismo. Estás escuchando el mismo disco que escuchaste toda la semana, y sino, lo tuviste en la cabeza. Respirás la soledad de la casa, que es esa roca cayendo lentamente, que es Sebastián y todos los amantes que tuviste, o los que quisiste tener. Anoche le dijiste al pendejo que el amor era estar solo, y querer estarlo. Mentira, o casi. Te gusta mentir, pero no te gusta mentir. Te hace sentir vivo. Es un ensayo para la memoria. De treinta y cuatro pasos con cosas en las manos, entre ordenando y limpiando, su recuerdo te invadió veintinueve veces. En algunos te coge, en otros te abraza, en otros nada más te dice las cosas que quisiste escuchar siempre. De vez en cuando te acordaste de los videos en Internet sobre el consumo del cigarrillo, y de cómo vas a quedar si seguís. Pero creés, y te gusta creer, que uno más no hará la cosa. Porque ya vamos como ciento cincuenta en lo que va del mes, pero con él sólo te fumaste cuatro. Porque cuando está, tampoco es tan necesario, pero no hay nada en el mundo que te ponga más ansiosa, y es la falta. Preparaste todo para tirarte en la cama, para escribir esto, y ni siquiera lo sabías. Pusiste el tracklist nefasto que preparaste, diciendo que para morirte. Todas las canciones que en la vida estaban para que alguien necesitara amor. Le dijiste a Gustavo que ya nadie arruina las canciones, pero admitiste que ese disco que escuchabas para ir a Ramos Mejía en el 166, que llegaba a su fin con un abrazo, te sigue haciendo acordar al viaje. Te hace acordar al viaje para no acordarte de otras cosas. Es que a veces uno comete esos baches, y se olvida. Deja de hablar de unos para hablar de otros. Los entierra, como Ana. Pero no va al caso. Al caso iba que yo estaba con problemas para escribir, que es como tener problemas para exhalar. El mundo está desconfigurándose, descontracturándose como Harry, desarmándose en millones de pedazos sólo para que te los tragues y nunca los puedas expulsar. Porque no hubo palabras ésta semana para describir lo que es sostenerle la mano fuerte y querer morirse. Porque estás harta de hablar de morirse, y harta de escribirlo. Y de la sangre, y del espasmo, y del orgasmo que no llega. Porque ésta semana él dejó a la novia, o ella lo dejó a él, y vos quisiste acercarte. Necesitaste que te pegue un palazo en la cabeza, como tantas otras veces, sólo para estar vivo. Cuando te cansaste de preguntarte cómo era estar vivo, cuál era la diferencia con estar muerto, el problema con las tazas y con todo lo que vas a consumir en todo éste tiempo. Porque el tiempo, y el miedo que es un campo minado. Yo nunca estuve en un campo minado, y aún así, reventé tantas veces. Uno vuelve al negro, indefectiblemente. Es el único color que no vamos a ver como a los otros colores. Una vida puede estar falta de rojo, hasta de verde. Pero negro habrá siempre, como palabras decorando el abismo. Lo que te haga feliz es lo que voy a elegir, siempre. Pero no puedo estar ahí, a eso ya lo sabemos. Tipo tres de la mañana, siete minutos, empiezan a conectarse los amantes que terminaron de coger. En ésta parte sabés que lo que sea que pase con éste texto será nefasto, que vas a arruinarlo, destruirlo, deshilacharlo. Sinceramente hoy, esos que cogen pueden morirse. Esos que se sienten bien, esos que pueden abrazar a otro. Esos, de los cuales a muchos quiero y en los que siempre estoy pensando. Porque la vida que tienen es la que no puedo tener, y lo elijo. La mayor parte del tiempo, el posludio de la una de la mañana me configura a mí escribiendo pelotudeces y a él dando vueltas en la cama. Porque se pudo pajear, y se pudo dormir. Se pudo acostar, pudo llorar. Yo tengo una falta de masturbación ridícula. Nirvana suena como si ya no fuera a pasar nada, y aún así. Soy la persona con más miedos del mundo. Todo se puede romper. Mis pesadillas me lo dicen. Todo el tiempo pueden pegarme en la cabeza y hacerme morir. Qué mejor que morir en manos de la decisión de otro, si yo siempre me puedo morir cuando quiero. Porque ésta semana, también, nunca pensé tanto en matarme como otras, como en el tiempo. Envejecí, y quizás todo llegó hasta ahí. Hasta el deseo de seguir intentando, que se apaga. Cualquier proyecto de los últimos meses me alejó de aquello, y por qué. No sé. Es como un amante inservible. Yo no puedo hacerle el amor a mi cuerpo, ni respetarlo ni quererlo. Necesito depositar lo que no es manipulable. Todo lo demás es cuestión de cómo voy manoseándolo con los dedos. El sueño, el tiempo, el viaje, las monedas, las horas con y sin. Todo es un sin últimamente. Volver a casa sin, elegirlo. Elegir, para siempre hasta que dure el siempre y todo vuelva a ser la misma mierda de antes. Llamar a algún hijo de puta que me coja bien sólo para pedirle que se vaya cuando se haga tarde, y ya no tenga ganas de que me mire nadie, ni ganas del espejo, ni ganas de más nada excepto el llanto y el cigarrillo de haberme obligado a satisfacer a alguien que no se lo merecía. Porque generalmente no se lo merecen. La eternidad está escrita como aquello que te hace feliz. Y hoy quiero eso más que nada menos vos. Todo, constantemente, se transforma en una ecuación de sumas y restas interminables que calculo precozmente en el camino de vuelta a casa. Generalmente llorando, con un pucho en la boca, otro más que no va a hacer al asunto, pero si realmente fuera a vivir un día menos por eso y ese día podía estar con vos, no nos puedo hacer esto, pero en realidad no puedo hacernos nada. Puedo hacerlo todo, sí, porque causalmente me olvido de que el control es algo que tengo yo. El tracklist para morirse, Portishead. A eso lo escuchábamos cuando Teko venía, sólo para coger. Quizás para tomar cerveza, pero para coger. Era más fácil que tenerte a vos ahí, a vos a mí, haciendo cualquier otra cosa excepto acercándote. Reitero, de cualquier manera, ya nada puede ser mejor que me agarres del brazo con violencia sólo para que me abraces. Para que me lo pidas. Cómo te explico ahora todas éstas cosas que se decantan. Sería más fácil escribirte, pero en realidad nunca puedo hacerlo. No se me cae una puta idea, no puedo con eso. Lo único que quería hacer, antes, era ser mujer. Nada mucho más superficial que eso. Ahora quiero llegar a casa y poder dormir. Pero no, no puedo hacerlo, ni voy a. Nunca vamos a dormir juntos, imaginate. El día que podamos, voy a estar ahí como una idiota, mirándote. Extrañándote, cayendo en lo absurdo de saber que a pesar de todo te tengo al lado, que no te vas, pero que nunca estuviste. Yo sé quién fuiste antes, pero no podemos discutirlo. Sin embargo vos, de mí no sabés nada. No entendés las cicatrices literales que tengo por el cuerpo. No sabés lo que es estar solo, y aún así, vas dejando solos a todos. No sabés lo que es tener que completar la tarea, tener que salir al campo de batalla destrozado y solo, a pelear por algo que no conocés. Pero peleás igual, y con los años te hacés pedazos, le regalás una parte a cada persona que te resulta significativa, pero que con el tiempo probablemente se desvanezca. Vos te escondés detrás del hierro, cual buen hijo de puta que sos. Yo no tengo más que la transparencia, y aún así no dejo de ser condenadamente turbia, minada de secretos, de secretos y de miedo. Será que llorar juntos tiene eso, ese no sé qué de ser de las pocas cosas que hacemos juntos. La soledad, las rocas cayendo lentamente, y siempre me hacen pensar en un río eterno sin lecho, cual fondo de nuestras lágrimas, cual retina, nunca termina de caer, y es esa desesperación, la de no tocar fondo, la de no pisar firme, la de nunca saber dónde carajo vamos a terminar ni cómo. Pero me quedo así, me quedo peor, temblando cada vez que me mirás con esos ojos enormes así y creo que voy a reventar. Porque siempre estoy a punto de reventar, y no te das cuenta. Por suerte no te das cuenta, podemos morirnos en el intento. Así vas a llorar cuando yo no esté. Y por momentos, fijate, que no estoy más. Que me asesinás cuando me respirás tan cerca, y yo tiendo a la creencia de que ya no me queda nada excepto la asfixia que tanto habrán manipulado leyendo el capítulo siete. Porque yo sí lo entendí, estaban hablando de algo que, lamentablemente no puedo relacionar a tenerte cerca. Pero besarte es eso, tocarte, violarte hasta el fondo, hacerte las cosas que pienso veinte siete veces mientras voy de la puerta de entrada a la cocina, al baño y al comedor, para preparar todo para escribir esto, esto que no vas a leer.
3.12.10
30.11.10
a
todo me duele,
pero hoy no me importa,
no me importa en lo que quema, ni en el silencio, porque hoy dije
las palabras cual plaquetas que intentaban cicatrizar la herida de las sombras
eso que yo creí ya haber dicho
que no fue más que el recuerdo de lo no correspondido
papá, estás condenado
a pisotear los cimientos de la casa por siempre
a decir yo no amo
y entonces cada puerta suya
transformada en mía,
en la forma que tengo de hacer las cosas
será la que sea, será
el hundimiento del puñal
del desengaño
la llama
de los amantes libres
que no son yo
¿y no era yo, acaso,
acariciándote el pelo,
relamiendo tus miserias,
provocándote espasmos,
abrigándote de la lluvia?
que no fui yo,
sino fui quien querías que sea,
alguien que te anestesie
(pero esto es local)
yo no penetré tus huesos
apenas si te los miré de cerca
y es la piel, que siempre será almizcle
irrisoria
carroñera
julieta
que lo siento más que al viento
que el oficio de irse
que te ama con los huesos
que no es tu culpa
(pero yo no hice nada para que otros te lastimen ni planté el miedo)
el miedo es un campo minado.
el campo de la aurora, el frío.
parirás con dolor y de tu cuerpo engendrarás hombres que vendrán a completar la tarea de estar solo.
la premisa de la adolescencia,
la puerta que se cierra y arde.
el dolor de tu madre
la traición, el atrincheramiento
parirás con dolor
y tus hijos llevarán el nombre de alguien a quien no amaste
y ese será el reproche eterno
la moraleja del ahogado
dirán que siempre elegiste el sufrimiento
y no habrá sombreros para nadie
pero el amor será negado
y eso
eso es postergarse
(al punto de creer en lo que ya no llega)
para mí se fue
arruiné todo
entonces los días se marcan de despedidas
y las venas comienzan a rozarse con la piel
a emerger
a recordarte que te gusta ser lastimada
que al arpón te lo regaló mamá,
que querés que te lo claven hasta el fondo y sangrar,
sangrar como siempre
(éste dolor es sólo mio)
sangrar por todo lo que no te pertenece.
28.11.10
25.11.10
18.11.10
15.11.10
pájaros negros
Debe ser que el tiempo es ajeno a la misericordia. Que los brindis son hipócritas, que nunca los propongo yo. Nos equivocamos de a dos o tres noches, nos alejamos del consentimiento. A veces cada uno es cada uno y juntos no hacemos ni medio. Pero de vez en cuando el mundo es un lugar perfecto, mirarse los dedos y sentir que no están manchados. Y a pesar de la perfección, y del miedo, también hay días en los que creo que estamos tan sucios que ya nada podrá lavarnos, o volvernos más puros. La dislocación del llanto. El silencio del alba, de unas cuantas despedidas. Es el silencio. Esa es la daga que me envenena.
(pero el mundo es un lugar perfecto, está hecho para nosotros)
10.11.10
exilio
Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.
AP
8.11.10
sos vos.
el camino hasta esa esquina siempre está plagado de silencio
de brazos que cuelgan casi que pegados
esperando que alguno de los dos le sostenga la mano al otro
pero es el silencio
y es que
qué más queda por decir después de un desastre
después de entender que la vida siempre será esto
el estanque donde meto la mano sin mirar
un abrazo antes de abrir la puerta
un suspiro, cada uno, de dolor
(y lo peor es que yo también)
caminar lento, sin que nadie se de cuenta
para mirar el horizonte y rogar que no venga
lo que son tus labios
(ya nada podrá hacerme sentir más)
que el camino a casa siempre será el llanto
de volver sin
de volver sin.
7.11.10
fucking cocaine (you'll never take me)
jugar a desmenuzar
la interminable canalización
de los deseos y los deseos de nuestros dedos
(tan diferentes)
una canción hasta el fondo
que no nos puede decir qué hacer
sino cómo
sino un beso, y la forma
de acabar por completo
con la agonía de ser un muerto vivo.
4.11.10
jueves
hablame-de-algo-que-no-cambie
HABLAME, CARAJO
todo, todo cambió
no sé a quién estamos tomándole el pelo ahora
vos no sabés, porque vos no sabés
lo que es
haberse inyectado con esto
cómo te arranco ahora
cómo-te-arranco-ahora
HABLAME, CARAJO
hablame de algo que no cambie.
2.11.10
radioactivity
1,5 kilogram of plutonium make the nuclear bomb
Sellafield 2 will release the same amount of radioactivity
Into the environment as the Tschernobyl every 4,5 years
One of these radioactive substances
Krypton 85, will cause death and skin cancer
y vos llegás tan verde
30.10.10
golden slumbers fill your eyes
quisiera que me salga de la boca algo mejor
que la lengua
sobretodo a los dedos y al pecho
la transpiración
para venir a decirte
que después de tanto tiempo
la cocina
A mamá se le dio, una que otra vez, por cocinar hasta el hartazgo. La casa era lo suficientemente grande como para que eso pasara, y el hecho implacable de que en aquel entonces, no me acuerdo cómo, pero teníamos una mujer que limpiaba y se acomodaba a sus deseos, que le permitía, en algún punto, cocinar hasta el hartazgo. A mí me tenía sin cuidado, uno se acostumbra a la vida que llevan los de su alrededor. Entonces entre jugar con las distintas esencias o las frutas secas que iba a meter en la masa, sabía yo que todo podía devenir entre un enorme reto o el esperar, pausadamente, que en una de esas me pidiera que la ayude.
La ventana de la cocina estaba abierta siempre, a pesar de las moscas y las babosas. No es que entraran reptando, al menos los bichos desagradables, pero si se me ocurría avisar ya nadie dudaría que lo mejor que quedaba por hacer era tirarles sal. En aquel momento yo tampoco me preguntaba por qué se achicharraban y todo sencillamente se cubría de baba. Unos diez años después puedo comprender que el cuerpo de la babosa alberga mucha más agua que el del ser humano, y que el sodio las deshidrata. Claramente, a nosotros no podían ni debían tirarnos sal, porque lo máximo en lo que devendría sería un baño de agua caliente, mientras que esos animales, simplemente, morían. Digo yo que se morían, y ahora comprobé que se mueren, y en un patio y una casa tan grande, una casa en la que se cocina, no sé si por el amor a los antepasados, por el aburrimiento o el hambre, nosotros no nos podíamos morir.
Supe, de improviso, que aquello que le daba el sabor a no sé qué al pan dulce era el agua de azahar, que hoy, a mi criterio, considero que nunca es suficiente. Pero todo lo que se preparaba era casi a granel, como si en vez de cinco o seis fuéramos veinte. Con el correr de la semana terminábamos siéndolo, y es que a mí me gustaba mirarle las manos, con sus numerosas alergias, amasando sobre la mesa de mármol. Tenía un par de anillos que ya no usa, los habrá perdido, pero sinceramente, a la alianza no se la ví nunca, y a papá tampoco.
Cocinar también requería llamar a los muertos, a los que claramente, en ese momento, ni muertos estaban ni sal encima tenían. El verano era cocinar, a pesar de ese aire húmedo y espeso, tan concordiense, que hoy niego. Porque en Concordia no hace calor, digo, en Concordia siempre hay viento y el sol te quema las pestañas, y para las tres de la tarde uno tiene que elegir entre jugar en el fondo con las babosas o ver a mamá cocinar, si es que no estaba tirada boca arriba en el pasto, quemándose las pestañas.
Porque la casa estaba llena de babosas, y en seis años yo me crucé íntimamente con tres. De eso me voy a acordar toda la vida, de haberlas aplastado sin querer con cualquiera de mis extremidades, para sentir un completo asco y anhelar que continuaran vivas y que nadie pudiera venir a tirarles sal.
Las persianas de madera, también, prolijamente barnizadas en verano, estaban completamente escritas con el rastro plateado de esos moluscos, pero claro, se podía apreciar mejor de noche, con esa mezcla a repelente, espirales, insecticidas, el pasto recién regado, y me atrevo a decir que la ventana del cuarto de mi hermano nunca se vió afectada por el rastro de las babosas. Eso es porque sal había siempre, y de no ser sal, habremos tenido alguna clase de veneno que las mantuviera alejadas, primero del moisés, y después de la cuna.
El asunto del pan dulce nada tiene que ver con el de los huevos de pascua, y yo no me atrevo a encontrarle una cronología decente. Tampoco recuerdo bien el haber intentado meterme, pero que lo quise seguro.
Ver a mamá era, en definitiva, mucho más divertido que jugar con las muñecas en el pasto. Porque sobretodo, era una casa llena de hormigas, y algunas eran bastante malas.
Quizás los dos se sacaron los anillos para cocinar, pero a eso ahora me cuesta creerlo, porque también habré querido meter la mano adentro de la lata de barniz, o de látex sintético para exteriores, cuando mamá era bastante más alta que yo.
En Concordia no hace calor, ni siquiera cuando tenemos que prender el aire acondicionado. A mí me gustaba pensar que el aire acondicionado acababa con la gravedad, y la habitación de mamá era como estar en una nave espacial.
De poder llamar a los muertos, yo creo que no lo haría. Demasiado ya tengo con los vivos, y con los que no sé dónde están, y con los que le tiraban sal a las babosas o cortaban el pasto.
Para Leandro, recorrer el patio hasta el fondo deben de haber sido kilómetros. Para Victoria no tanto, y en verano soy la única que lee, que lee e intenta entrometerse en la cocina mientras todos duermen la siesta, para abrir el frasco de galletitas y comerme las más ricas, y que me reten, seguramente.
En Concordia no hace calor, ni siquiera cuando la casa está llena de gente, y todos les temen a las babosas y las hormigas. Prefiero, todavía, hundirme en una taza de chocolatada preparada por alguien más alto que yo, cuando ya no quedan galletitas de las más ricas, o manotearle un pincel a mamá, sólo para poder contar, diez años después, que a esa casa también la hice yo, a pesar de que nadie tenga los anillos puestos.
28.10.10
y yo ya había hablado acerca de no bajarme
lo que elijo es exquisitamente mortuorio
pero es esa muerte la que nos trae a la vida y nos invade
cuando ya todos escribieron acerca de la sangre
el ritual más bien surge y consiste
y persiste
en volcarnos toda la sal de la casa en el pecho
para eyacular.
y negarlo nos hace extraños
(cuando se trata de la sal)
y sé que todo esto es narcicista
es levantarme de la cama sólo para decirte
que no me importa en qué creas ahora
ni en lo que dejes de sentir
sabiendo que nada vas a abandonar
que alguna vez no hayas tenido
que-no-me-importa-en-qué-creas-ahora.
25.10.10
19.10.10
18.10.10
fue demasiado lejos en la soledad
y supo -tuvo que saber-
que de allí no se vuelve
se alejo -me alejé-
no por desprecio (claro es que nuestro orgullo es infernal)
sino porque una es extranjera
una es de otra parte,
ellos se casan,
procrean,
veranean,
tienen horarios,
no se asustan por la tenebrosa
ambigüedad del lenguaje
(no es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches)
El lenguaje
-yo no puedo más,
alma mía, pequeña inexistente,
decidíte;
te la picás o te quedás,
pero no me toques así,
con pavura, con confusión,
o te vas o te la picás,
yo, por mi parte, no puedo más.
AP
6.10.10
4.10.10
ósmosis
En un mundo diferente, no me importaría. Las cosas que se le parecen al amor lo hubieran sido. Alguien habrá tirado un hijo por la ventana. Un hijo ajeno. Habrán tenido que conformarse todos con las similitudes. Todo tiene el sabor de la resignación últimamente. Como si meter la mano en una pecera fuera insuficiente. O peor, en algún agujero con temor pero rapidez, sin saber lo que se viene. Sin saber si vamos a poder sacar la mano tarde o temprano. He levantado una muralla. No es nuevo, significo polvo como tantos otros que hicieron de sus piernas un castillo impenetrable. Hacer creer que el sexo es tanto más fácil, sólo deviene en simular. Entonces no sé si simulé esas sonrisas. O en qué estaba pensando cuando la gradiente de concentración del amor era igual para los dos del lado de adentro. Porque el cuerpo, los cuerpos y los pechos han sido una membrana. Sobre la piel se ha vertido la sal, la sal que uno espera provoque la eyaculación total de algún sentimiento. Pero ese sentimiento es lo que se le parece, lo que es similar al amor en todas sus formas y estructuras, construidas con delicadeza y parcimonia, condescendientes en aspecto y en dolor, en aroma, en temperatura. Cuando viene aquello y quiero dar, porque admito que deseo entregar buscando una aguja en un pajar, nada más segrego lágrimas. El llanto de saber que esto siempre va a parecerse al amor, siempre va a simular temor y los demás sonreirán, casi cómo sonríe uno, y todos, todos van a creer en el amor. Mentiría si digo que no creo. Lo ví. Se esfumó.
25.9.10
piedra libre (para mí)
no olvido que ésta semana
habré dormido
lo que dormía en una noche cualquiera
que ahora fracciono
es que esto debe ser volver a lo de antes
pero sin los barbitúricos
sin alguien que te tape de noche
que te caliente la almohada
sin todo lo que sería bueno hacer
de poder hacerlo
de querer, y con quién
y ahora hay que mirar de nuevo
hay que caminar de nuevo
las calles, los edificios,
las anécdotas,
los cigarrillos,
la soledad es reinventar el mundo
crearlo a la medida de uno mismo.
22.9.10
21.9.10
19.9.10
pido gancho (3)
pido gancho (2)
pido gancho
8.9.10
del color
los huesos te florecen
el dolor de los mártires y el té
un poema forzado
a ser terminado.
7.9.10
5.9.10
entropía
el gato durmiendo
una cortina para los vecinos
el cortaplumas destapador (para treinta y dos envases de cerveza)
el sillón en el que me apuro
los brindis (todos ellos)
la música de fondo
tu mano, que recorro hasta los dedos (para agarrártela, y fuerte)
es caos.
4.9.10
viernes
me regalaste una incertidumbre más
para ser exactos
que sos una sinfonía compuesta por dioses
que no debería existir algo más hermoso
y el mundo con vos es la baranda de un muelle
en la que me balanceo
debería jactarme
de bastar para otros
¿pero cómo podrían?
31.8.10
Lo que quiero que suene, es ajeno a todo esto. He abandonado las impresiones. Mucho más lejos, dejé las ilusiones. Todo lo que no deseo corresponde más bien a un viraje. Una vuelta para bien. No sos parte. Más bien, proclamar que lo último que se pierde es sostenerte la mano, y juzgando al tiempo, lo he perdido. Como se trata de nosotros, pretendo ganarlo en cualquier momento. Y así, y mañana, cuando te tome en silencio, como una casa, como un abrigo, como tus huesos y a las tazas, mañana te digo que te quiero.
29.8.10
25.8.10
24.8.10
23.8.10
se abraza a sí mismo de noche
pensando en tus brazos
como quien busca hundirse en tu pelo
tocarte en silencio
aquello que amamos porque
erradica la certeza de que el otro no nos quiere
nos ahorra los años de despecho, de melancolía
y a la vez
me instala las ganas de alejarme
de abandonarte en pensamiento
y en caricias
de imaginarte a cuentagotas como quien
como quien no quiere la cosa.
22.8.10
(arde)
ah, mi amor
nuestros mundos no entienden
ni ellos ni los despiertos que se hacen los
(cuando están) dormidos
la lejanía es árida, se pone como los años
nunca habrá mayor deseo por la piel
que ese hoy que en un barco ya fue
mañana
el lenguaje de ser mudos o gritar
la noche entera
porque sé que cuando te vea,
cuando te vea es un caos.
tener una vida irreal
no lacerarme la garganta y
decirte que te quiero
o pensar esa vida con vos, pero
son las dos de la tarde,
los mordiscos del gato me despiertan de las pesadillas
la resaca, el pelo
el dolor en el cuello y
¿qué pasó ayer?
ah, no, ayer no estabas.
acomodándome los botones del saco
dándole un sorbo al café
(y esos azulejos que toqué riéndome de que la poesía había muerto, y cómo carajo pudiste)
pienso en el mundo sin ella
una tragedia que va a salvarme la cabeza
Mercedes está cantando de nuevo
y ya quisiera
cuando recompongo el antes
me acerco a la ventana, el viento que me hace llorar, la anemia, los pies en el piso, el humo,
voy a estar tan bien.
21.8.10
venenos
píquen-me las arañas
o algo peor
pero al momento en que despierto de las pesadillas
me arde
esa insatisfacción
que sólo cesa
habiéndome lastimado
(y ni eso)
merezco soñarte
si me la paso enterrándote despierta.
20.8.10
pero al veneno lo tomé igual
el tiempo de vos
deposita a la ciudad sin nombre
no se llama Ana
y por eso nos entierra
tampoco se va a llamar amor
un muro de papel
en el que me gustaría escribirte
pero en vos no creo
pero en vos no existís
tampoco en mí
ni en el miedo a que d esaparezcas.
19.8.10
miércoles
para soplete
(todos quieren arrancarme un pedazo)
soñé que nos recordábamos
qué no es
me estoy secando
(y afuera no estaba para remera)
él tampoco, que tenía que venir
el teléfono suena
quieren desarmarte
después un amigo
por el que matabas
te la clava hasta el fondo, y decís
ya nada se cae
y no entiendo por qué
me siento bien.
17.8.10
16.8.10
11.8.10
the end
¿qué nos queda?
si aquello que llena no es fundamentalmente bueno
todo al final es un gran vacío
un agujero negro
un enorme innecesario escrito sobre un pecho
en el que nunca vas a estar
cuando las cosas que nos gustan se terminan
¿acaban porque uno quiere?
somos la puta cosa, y ni siquiera
y ese dolor de levantarme a la mañana:
sentir que el tiempo que pensé en vos
es arena depositada en el fondo del reloj
trocitos de cosas que invitamos a irse
siempre amé tu inmensidad
pero nadar las aguas de la desesperanza
me obligó a decir
que el amor no alcanza
10.8.10
purple hills
estar desorientado
pensar un beso tuyo
reitero:
encima te quedás ahí,
drogado y pelotudo.
5.8.10
o estaré hablándole a
1 - la tranquilidad
2 - hablar no está tan bien
3 - no hacerlo
4 - mejor seguir sin
5 - ¿cuando?
6 - no todo estaba tan
7 - reivindico la estupidez humana
8 - ahora sí, lo admito, completamente (te extraño tanto)
9 - me consumo
0 -
1.8.10
29.7.10
distancias
El tiempo, mi amor, es un peso en la espalda, y ya no me gusta lo que veo al espejo. De las cosas que me cansan, la incertidumbre. Yo no sé qué querés, pero lo peor es que no sé qué quiero yo, y así se abre y se cierra el cajón, y se abre y se cierra la puerta, y me pedís que te baje a abrir, y que te haga el té, y que te facilite lo que está adentro.
Te abrís el pecho como un cajón, y empezás a revolver. Ojalá, decís, encuentre algo decente. Pero la verdad es que no. Hoy estás, mañana pueden agarrarte de la cabeza para meterte adentro de un auto, pueden sacarte hasta la última uña. Hoy estás, sin fumar, a muchas, muchas horas de tu casa, y ni hablar de la suya.
Hoy estás, te abrís el pecho como un cajón, pero la verdad es que no está bueno andar auto-profanando tumbas.
26.7.10
19.7.10
el después
el golpe no es tan duro
pero después de un rato sabés que hay algo
que no anda bien
te llevás la mano a la herida
y al volverla a tus ojos
estás sangrando a borbotones
entonces ahora
me estoy agarrando el pecho
estoy deteniendo una terrible hemorragia.
11.7.10
cáncer
es lo que habré de beber
cuando esté muerto
pero entonces, tan innecesario
será como haber vivido sediento y exhausto
revolcándome en el lecho fangoso de las fuentes
sin poder probar una sola gota
el elixir vital
del que supongo yo también estar compuesto
la serenidad es una herida cruel
y hasta mal hecha
lo sé porque cuando arde
debo considerar una infección
un estigma
un poder
tan distinto a tantos otros
estar vivo se resume a eso
ver pasar todo aquello que uno quiere
admirarlo
pero nunca tocarlo ni besarlo
o peor, besarlo
no poder tragarlo jamás
porque sé que cuando me muera
cuando me muera se abrirán para mí
los ríos de la desesperanza
y yo sin haberlo sentido siquiera.
friends within the darkness
small room in a strange city
shades pulled down, listening to
classical music
I was young I was so young it hurt like a knife
inside
because there was no alternative except to hide as long
as possible-
not in self-pity but with dismay at my limited chance:
trying to connect.
the old compossers- Mozart, Bach, Beethoven,
Brahms where the only ones who spoke to me and
they were dead.
finally, starved and beaten, I had to go into
the streets to be interviewed for low-paying and
monotonous
jobs
by strange men behind desks
men without eyes men without faces
who would take away my hours
break them
piss on them.
now I work for the editors the readers
the critics
but still hang around and drink with
Mozart, Bach, Brahms and the
Bee
some buddies
some men
sometimes all we need to be able to continue alone
are the dead
rattling the walls
that close us in.
10.7.10
exit music for a film
the drying of your tears
today we escape
we escape
pack and get dressed
before your father hears us
before all hell breaks loose
breathe, keep breathing
don't lose your nerve
breathe, keep breathing
i can't do this alone
sing us a song
a song to keep us warm
there's such a chill, such a chill
you can laugh
a spineless laugh
we hope your rules and wisdom choke you
now we are one in everlasting peace
we hope that you choke, that you choke
we hope that you choke, that you choke
we hope that you choke, that you choke.
9.7.10
sexomolusco
inclusive más de las que no te llegaron estos años
(sobretodo ultimamente, que sos un buzón lejano y ajeno)
tengo que admitir que lo que más me gustaba escribirte
era el pelo cuando enterraba mi mano en él mientras dormías
vos sos feliz
nada puede remitir más exactamente a eso que el ahora
(y te quiero tanto)
la felicidad conmigo es algo que
yo sé, no existe
no puedo amar
(y eso que lo más cercano fuiste vos)
entonces no importa
lo que estés leyendo
escuchando
y suspirando
ni con quién
porque si vos estás bien
aunque yo me haya muerto por dentro
aunque yo me haya resumido a gritos y llanto
si vos estás bien no importa
porque el mundo
y todas las cosas hermosas que hay en él
fueron creadas para vos.
yo voy a sanar a mi manera.
7.7.10
5.7.10
lunes
aquí tiempo
aquí espacio
aquí acantilado
¿qué significa seguir?
(dos puntos)
sostenerte la mano
sostenerte el silencio
que la ventana esté abierta
que el árbol se entro-meta
dormir poco, tan poco
(y en el medio del poema)
lo que estás haciéndole a mis sueños
yo puedo sentir que estás al lado mío
que te lo digo
cuando tocan el timbre y se termina todo
yo puedo sentir que estás al lado mío
cuando estás al lado mío
lo que estás haciéndole a mi risa
yo puedo sentir que estás al lado mío
cuando estás al lado mío
y te lo digo
lo que estás haciéndole a mis dedos
arruinar todo.
4.7.10
2.7.10
porque esto no te importa
porque esto es pasar por la vida
muy cómodamente
drogarte toda la semana
salir de vez en cuando
coger noche de por medio
abrir la puerta y que el perro te salte encima
(cuya única función es)
lo que vos no entendés
es que de acá a un tiempo
probablemente arruines tu vida
vuelvas al sur, a tus viejos
a vivir la bazofia del pasado
a que te acomoden en un laburo
(siempre te acomodan todo)
conseguirte a un pelotudo
que te rellene de hijos
y esa es la vida
vos, que no entendés nada
no sabés lo que es una casa
porque probablemente nunca hayas tenido que construirla
ni sabés lo que es quedarse solo
lo que es quedarse duro
vos, que no entendés nada
y que tampoco peleaste
vos me decís a mí que tengo que irme
del hogar que tuve que montar de cero
y está bien
qué me hace vivir esto de nuevo
yo voy a crecer
voy a ser libre
ahora,
caminar en tus zapatos después de esto
es algo que no quiero.
alguien tiene que enseñarte a sangrar.
30.6.10
29.6.10
descalza camina
busca su voz
mientras cierro los ojos
marinero te vas
sube tú de tu cuerpo
subo yo desde acá,
descalza camina
descalza, oh, camina
no canta más
hasta su voz
quienes de tierras hablan
descalzos están,
nadie,
nadie cierra los puentes
marinero te vas
descalza camina, descalza camina, descalza camina
descalza camina, descalza camina.
27.6.10
25.6.10
and the nights flame with fire
(sigo-te)
vos hacés
y todo hace-me sentir
that i'm alone with the gods.
23.6.10
estoy tan lejos de cauterizar
en el lecho del río
no sé si es momento para desenterrar
(mucho menos con quién)
las cosas están
como quieren que estemos
me dejo ir
sin morder el anzuelo
son etapas, las ansias
y las tazas que hablan
de dejar
cuando me como a mí
empiezo a desintoxicarme
todo el mapa del ahora
se llama volver
a esa cosa que era
cuando no tenía ni nombre
pero un ideal sí.
18.6.10
14.6.10
13.6.10
A mí no me llueve. Ya lloré demasiado ésta semana por los que no están. Voy a la cama con ellos, ceno con ellos, juego con ellos. Después de un tiempo ya es todo tan normal que ni siquiera me molesta cocinar para dos, tres personas más.
Cada uno vivió cómo quiso vivir, y cada uno hizo lo que pudo.
SG
12.6.10
11.6.10
celebrame los doscientos
el espejo
tu sombra
los dedos rotos
el mensaje es
que ella contra él
que yo contra vos
que la diferencia de
sigo tragando amargo.
9.6.10
el intento
la mejor parte es meterte adentro
la más fácil
la que más me hiere
y hasta me gusta
separarme en medio de ese beat
partirme en dos
para vos, para vos
2.
me pica todo tanto
me arde
no pudo sostener el párpado
el ojo
las manos no nada
3.
me puede
me libera
me recuerda
te tengo y no siento nada
dentro mío y afuera
y lo que dejaste debajo de la cama
y lo que se escurre en la charla
y lo que cambia cuando se abre la puerta
y el miedo
4.
y sonreís lindo
a veces del medio
la canción que está puesta
5.
no estoy mirando
6.
pero tengo ganas de abrazarte, de morderte
de verte de nuevo
calmarme un poco
volverse un poco
abrirte la puerta para que entres
y salgas
y entres
y salgas
y no dejes de
7.
darme vuelta
cada vez que sentís que
querés llegar un poco más adentro
8.
en la espina
la sonrisa y las palabras que me divierten
que pobre tu madre
que las pastillas
9.
y yo la limo, la limo demasiado
que estoy tan drogada
que sos tan alto
10.
sosteneme un rato
(qué bueno que ahora me lleves vos)
11.
y me dejes a mí
12.
yo creo que está cada vez mejor
cada vez más genial
quería que en algún punto de vista fuera así
13.
y dejar atrás esas cosas que odio
14.
porque se siente bien
que te vistas
para quedarte a cenar
para quedarte a fumar
para quedarte a chapar
pero estar
sí
y sonreir sonriente
y saludar cual fin de turno
15.
que me divierta en
16.
nada será más aburrido
17.
pero yo sé que después a vos
18.
elemento recóndito que me hace de comer
y de apagarme la cabeza
y de sábanas incompletas
y de ya fue, no importa
19.
que sea y es y es todo el tiempo o mucho tiempo
o volcarla sobre la mesa y sentir
que tengo que traer un trapo para secarme de vos
secarme y mancharte
porque no te importa pero me encanta
20.
y vos bien adentro no sabés que yo tampoco
pero se siente como cada vez que te vas
21.
un enorme
vacío
imposible de ser llenado
con mis chistes sarcásticos
o mis mordeduras
o mis recorrerte los dibujos del cuerpo
los nuevos y los viejos
y los que quizás
que es bueno
escribir sin tener noción del tiempo
ni recuerdo alguno
22.
de lo que viene justito acá atrás
y me dice que quiere volver a hacerlo
y me lleva hasta la cama donde ya estuve y estaré con la ropa por el piso
alguna y otra no tanto y los besos
los besos más increíbles que pueden suceder
suceden bajo ese efecto
en el que hay que gritar y reír y poner
23.
me atrae lo posible
24.
errores de fábrica y páginas arrancadas
que te van a gustar, lo sé
lo sé siempre
lo sé
lo supe
lo sabré
25.
julio te va a arrancar el cuero cabelludo
y se va a comer tus partes íntimas
que a vos te encanta dibujar
entonces dibujá
dibujá los dedos de Julio y dejate llevar por eso que te perdiste
26.
estás en metamorfosis todo
todo el tiempo
ya no sos lo que leí y tengo que leerte barra de por medio
27.
pero es hasta copado sostenerte la mano
justo que mejor se ponía el tiempo y las marcas en el cuerpo
las agallas, todas
de decirte que acabás de hacer algo que te rompe
que el beat y el random
28.
para siempre para siempre
hasta cuando me vaya y cuando vaya
sabré qué quiero
y las cosas
y el rato
y la comida
y la antítesis
y el esqueleto
y meditar despedirse erguirse sentirse cuidarse
cuidarse de uno mismo hablando de Bukowsky a las dos de la mañana
un por suerte martes
odio que me queden dos días
después más nada ni verde ni campo
sólo agua
29.
tiene que ser que me duela un poco menos pero cuando vuelva, sostenete.
elipse
después de tanto
y me dijo
8.6.10
feliz cumpleaños, Irina
No quiero ir al cumpleaños de Irina. El vestido de punto smog está planchado y almidonado sobre la cama, junto con los cancanes de lana, la camiseta de mangas largas, la bombacha y los zapatos nuevos.
Estoy sentada en la bañera, acurrucada, con las rodillas tapándome la cara, cubriéndome los ojos. Ya terminé hace un rato largo, el agua se está entibiando. Sé que cuando le grite a Lucía para que venga a sacarme, todo habrá terminado. Va a prender la estufa de la habitación. Me va a envolver en la toalla, me va a resfregar los ojos, ponerme talco, me va a alzar y me va a sentar en la cama para empezar a vestirme.
Quizás se olvidó, pasó mucho tiempo. Cuando mamá se de cuenta de la hora que es, tal vez ya no quiera llevarme al cumpleaños, porque habré llegado tarde. Sería fácil poder elegir las cosas que quiero hacer. Sin embargo, dependo de ellas, de mamá, de la señora que me cuida, de papá que se la pasa trabajando.
Lucía está pasando por el pasillo. Me da miedo. Es imposible no distinguir sus pasos, vivimos en una casa vieja, con pisos de madera. Esa mujer debe pesar como cien kilos. No es que sea gorda, es más bien enorme. Por eso puede levantarme fácilmente. Sé que a mamá y a papá les cuesta un poco, ya estoy grande.
La miro como pidiéndole a gritos que no diga nada, que permita que éste momento pase sin más, pero me agarra con sus brazos gigantes y me levanta. Yo tengo los dedos como pasas de uva. Por suerte la toalla es nueva y abriga mucho más que las otras con las que a veces me secan.
De cualquier manera no quiero ir al cumpleaños. Quiero que me pongan ropa fea para estar adentro de casa, que mamá dice que nadie puede verme con esa ropa porque es para estar adentro de casa. No me gustan las fiestas, e Irina siempre me molesta, Irina es mala.
A veces me dan ganas de comer talco, cuando siento su olor. Me lo pasan por todo el cuerpo y es como si un poco me entrara por la nariz y por la boca. Por eso nunca cierro la boca, porque quiero comer talco.
Lucía me peina de arriba hacia abajo, me desenreda el pelo, me coloca una hebilla con florcitas para sostenerme el flequillo.
Me levanta los brazos y me pone la camiseta. Enrolla con los dedos los cancanes y los desliza por mis piernas hasta arriba de todo. Pican un poco, son molestos. Mamá dice que como hace frío tengo que tener siempre cancanes de lana con los vestidos. Creo que no le gusta la idea de comprarme pantalones. Las otras son libres de no tener cancanes puestos, pero a mamá no le gustan los pantalones.
Éste vestido es hermoso, al punto smog lo hizo mi abuela. Tardó un montón de meses. Lucía toma el lazo y me lo pasa alrededor de la cintura, hace un moño, lo ajusta. Abre las precillas de los zapatos, me agarra los pies y me los coloca.
Toma el frasco de perfume, aprieta el atomizador tantas veces como es necesario, hasta que huelo a las flores del jardín. Saca del ropero un tapado, me lo coloca. Entonces, cuando estoy hecha una muñeca de porcelana, entra mamá a la habitación con la silla de ruedas, y Lucía me sienta sobre ella. No quiero ir al cumpleaños de Irina, no me gustan los cumpleaños de quince.
6.6.10
5.6.10
4.6.10
sin haber avisado
me hacés sentir un ser que se degenera
automáticamente
está bien, se me va a pasar
¿querés ver qué hay acá adentro?
tomá, quedatelo
ya hablamos de esto hace un par de días
yo sé que si abro esa puerta
se va todo a la mierda
eso sé
en el eterno saber nada
dos más dos
más cinco
más dos
más cinco
menos dos
sos una tarada, julieta.
2.6.10
carta a julia
Julia, sos vos
el pedacito de papel
que queda atrapado por culpa del viento
en la ventanilla de un colectivo
2
alguien tomó un boleto
lo sostuvo entre los dedos
el tiempo necesario
lo partió al medio
3
cuando se dijo a sí mismo
que nada podía pasarle
entonces acabó por destruirlo
transformarlo en trocitos
4
de lo que acaba de pasar
nadie escribe
pero cuando el hombre hizo añicos lo que quedaba del papel
ahí entraste vos, Julia
5
entre dos hojas de vidrio
que se abren y se cierran
cientos de veces por día
entraste vos
6
tu vestido de polvo y partículas que no aprendimos a ver
se quiebran y se guardan
entre manos, entre hojas
me vuelven redundante
7
Julia, sos la parte mía
que más me duele
la que apoya la cabeza contra el vidrio
simulando ya no ver
8
yo no maté
los defectos de las cosas
yo los apagué
para ya no tener que verte
9
yo te negué, Julia
negándome a mí
que las dos sepamos ahora
que no íbamos a llegar a ninguna parte
10
estás todavía
sentada en un café
por el que no paso a buscarte
y la espera
11
los libros son tuyos
los dibujos son tuyos
los pies son tuyos
las cosas que escribo, algunas, tuyas
12
yo maté
yo mato
pero a vos no te quise
hundir la cabeza en el río
13
quiero amarte a vos
como amo a otros que no puedo
quiero amarte, que no puedo
quiero amarte, y que existas, y perpetuarte
14
pero ahí estás, sentada en ese café
con el primero de tus instrumentos
apagado
la voz, Julia
15
una pluma entre los dedos
escribiéndole a él
lo mejor de mí
es lo que te corre por las venas
16
yo, que ya no soy Julia
que ya no soy lobo
que ya no soy amo
que ya no estoy
17
yo te tomo, Julia
en éste mundo sin retornos
yo te propongo
intentarlo de nuevo
18
quizás no sepa hacerlo de otra manera
y por eso te pido
una vez más
tu sabia paciencia
19
te tuve entre las manos una madrugada
ya estabas cansada
me resultabas impaciente
pero qué lindo que era
20
sin buscar tus armas
sin querer tu cama
comprendí
que vos llegaste a éste mundo
21
para ser
esa cornisa de la que querremos tirarnos
ese papel que se escribe
esa oda que se canta
22
Julia, si ahora dijeras
que haber crecido fue en vano
entonces ya no me queda
canción para escribirte
23
más bien espero
la satisfacción de escucharte
de agarrarte la mano
de sacarte la ropa
24
vos y yo
estamos hechas de lo mismo
en ese punto medio
de la almohada, de iván
25
tus piernas, Julia
son el soneto
que todos habrán
anhelado tocar
26
ahora que estoy olvidando
todas mis armas
que las voy desparramando
por el suelo
27
éste es el camino
lo que habré de transitar
hasta limpiarme
hasta vos
28
en la espera por las llaves
por las ganas
te consigo
Julia, no seamos cara de la misma moneda.
31.5.10
para continuar con la metáfora
en un recital
de una banda que te gustaba
(y yo me la paso chocándome con la gente)
30.5.10
escuchá esto
Ahora escucho banditas nuevas, porque estoy cansada de decir que lo viejo es mejor.
Ahora me siento en el sillón de casa y me convenzo a mí misma que lo nuevo es mejor. Mentira. Lo nuevo es ese riff de mierda que se repite todo el disco.
27.5.10
20.5.10
nacé de una vez por todas
hay una
línea
(que)
trazo
d
e
b
a
j
o – de
cada cosa
(cosita)
que escribo
y ese es el pie
-el pie-
que te
d
o
y
para que sigas vos.
-
des vestiduras
Una madrugada, eso, nada más. Un vaso semi-lleno, que habré manoteado dos o tres veces para convencerme. Una banda que me gusta de fondo, pero tampoco esa, canciones que me inyectaron en los oídos cual virus letal, como pensar que después lo que queda es contar los días. Los días restantes.
Tengo algo en el pecho, que no sé qué es. No me duele, porque ni siquiera te quiero. No me duele, porque ni siquiera te estimo. Sólo intento repasar cada cosa que te dije, para ver si ahí está el error. El flagelo debo ser yo.
Que me quiero casar con, pero estoy casada con el mar. No se puede. Una vez que saliste de la caverna, jamás, jamás olvidarás lo que fue haber visto el sol. Ni siquiera intentándolo. Entonces, ¿cómo sigo? Me ensucio más y más las manos mientras espero estar sentada a la mesa con tu sonrisa a mi lado, dibujadita ahí, sobre las servilletas de papel.
El tema es que si alguna vez me dejás pasar, voy a llenarte de tierra. Las cosas que hago, que ni siquiera te cuento. Como si quisiera demostrarte que no soy parte de todo esto. A veces quiero llegar a mi casa, sacarme la ropa y cambiarme. Cambiarme por algo mejor.
17.5.10
mi disco favorito
14.5.10
plástico
El tema es éste: haber alcanzado cierto grado de mutualismo puede llegar a perjudicarnos. Lo sé porque a pesar de todo seguimos hablando como si adentro mío no pasara nada, y vos no tuvieras ese relojito insulso que posee un tictacteo bastante infernal y que denota que por tus venas sólo está corriendo algo sintético.
¿La verdad?, me quemaste completamente. Me convertiste en una persona horrible, justamente, sintética. Pan, circo, tener que escribir en prozac.
Yo te reconozco las cosas buenas, las que hacés por mí, las que etcétera. Pero sinceramente, ya no siento que ahí adentro haya algo que valga la pena. Quizás nunca lo hubo y yo estuve obnubilada por tus pelotudeces, sintéticas.
Cuando vos necesitás, yo estoy. Estoy de todas las formas y maneras posibles, estoy. Ahora tengo que venir a remontar que cuando yo necesito, los demás se auto-necesitan. No está bien, porque decir que estamos bien también es una forma de no admitir lo que está mal. Me estás descosiendo, lo hacés todo el tiempo. El dolor que tengo adentro, el desgarro, ya no lo puedo continuar banalizando, pensar que las cosas van a mejorar. Porque te servís de mí todo lo que a tus fines complace. El resto de la semana soy descartable. Pero si de repente empecé a hacer todo eso que tanto mal me hace a mí, entonces debo ser una hija de puta, una tarada.
La cosa es, ya no sé quién soy. Como hubiérase quejado Hallward alguna vez, me manchaste, ya nada va a ser lo mismo. No puedo responderme a mí misma si mis deseos son míos o una adaptación de los tuyos, o de los que vos tenías para mí.
12.5.10
de velar se debe
Porque no te tengo, lo único que me queda es dibujarte. Yo ya estuve trabajando con éstas hojas antes. Hace tiempo, sí. Te pensaba elocuente, distraído. Te pensaba despeinado, desagradecido. Particularmente imberbe, en todas las situaciones de la vida, excepto conmigo. Lo suficientemente intrépido como para salir a ver el río a cualquier hora, y compresivo para quedarse una tarde entera en la cama. Sin alas que coserte, ya las tendrías. Habrías escuchado todo lo que yo, e inclusive más, entonces vendrías a colocarme música en los oídos. Tenías que ser arquitecto del porvenir, tenías que ver que el universo lo configuraba. Entonces verías a través de mí como yo te hubiera atravesado, comprenderías todo, que soy lo que sucedió conmigo, que soy el accidente de otros, y a la vez, el mío propio. Las películas serían siempre hermosas. Las canciones serían siempre hermosas. Sostenerte la mano porque hace frío sería siempre hermoso. Porque no te tengo, lo único que me queda es dibujarte. Porque no te tengo, tampoco existís, y me arde.
10.5.10
all art is quite useless.
No creo. Iván Miusov carcomió todo lo que quedaba de mí. Entre él y Bukowski lo hicieron. Después llegó Alejandra Pizarnik y se sentó a tomar el té con nosotros, con nosotros y con Hegel y con Mílena Jesenska, y con Catherine Howard. Estábamos divinos, todos. Estar dejando de fumar es un poco eso, sentarse con todos esos que fumaron toda su vida y vienen a pegarte una patada diciéndote “cada vez que lo quise lo tuve, pero vos estás en plena abstinencia”. Como si después de sonarte ya todos los dedos, haber agotado las posibilidades de conversación, haber intentado que el otro quiera venir a tu casa, haber molestado al gato, haber mirado las películas que te quedaban, haber limpiado y cocinado y esperado, no sirve para nada. Querés un cigarrillo y nadie te lo da. Tenés plata para tener un cigarrillo, pero sabés que no debés. Tenés personas fumándote un cigarrillo, y las envidiás.
Después, también, tenés esas personas que te odian o simulan odiarte o simulan quererte mientras en el fondo te odian. Eso es lo peor, porque te hacen sentir que no importa ya lo que hagas, no vale la pena. En serio, yo me casé con la idea de seguir peleando, pero a veces tengo miedo de que sea la única persona con la que alguna vez me case.
Entonces, Ariadna funciona cual tampón para no estar comiéndose la cabeza. Pero tampoco sirve, porque las luchas duran años y no se pelean del lado de afuera.
Existe un caballo, que no era mío. Aranza ayer se lo cruzó en la calle, que iba con dos mujeres. Porque ni yo ni otra ni dos, siquiera, habrían sido suficientes. Nunca fue mío, en cambio ella. A este punto puedo contar todos los intentos de sabotaje que tuvo contra mi persona, adrede pienso que quería matarme, pero, ¿Por qué no lo hizo?, podría venir a ahorrarme éste desastre.
Porque éste desastre también tiene que ver con el envase de plástico. El día que, y falta poco, las fuentes se quiebren, para mí se terminó y la teoría del descartable se pone en práctica. Tanto en práctica como Rodrigo hubiera hablado de la brazo-cuello dependencia. Por suerte, y no tanto, yo no la padezco. Pero porque a diferencia de todas esas pendejas que sí la tienen, yo voy de frente, escupo, digo. Así me va, y así me fue siempre. Mal.
Las fiestas tienen esa cosa de simular. Vos llegás y te encontrás con gente que no querés ni ver, gente que querés ver pero que no quiere verte, gente que planeaste ver, la gente que planeaste ver y no viste, los fantasmas de la gente que en otra situación sabés que habrían estado ahí pero ya no están, y por sobretodo, todos esos amigos que falsamente te ilusionan diciéndote que van a ir, pero encuentran algo mejor que hacer. Y yo, yo con respecto a eso, lo mínimo que tengo es un agujero en el pecho. En mi no pedir nada, también está el no pedir que vengas conmigo. That’s the way the cookie crumbles, que es como decir que ahí se equilibra el universo. Entonces el único que te queda es Rodrigo, al lado tuyo, siempre, representando todas las faltas que tenés en la vida. Quizás mostrándote cómo abrazar la oscuridad. Quizás haciéndote reír, inútilmente. Quizás haciéndote sentir que después de todo, ir no era una mala idea.
Que no soy la misma de antes, y mirá, no sé, grave sería. El día que entiendan, algunos, que un día, un solo día en mi vida puede representar un año entero, cerrarían la boca y se limitarían a elegir entre comprar y no hacerlo. Como ese libro que agarrás, que manoteás, que violás y que volvés a colocar en el lugar sólo porque lo hiciste para joder.
Mi forma de matar a la gente es cogérmela, dije, pero la verdad, no pude hacerlo. Es el mal. Se ve que estoy lo suficientemente destruída como para dedicarme a asesinar, a construir una máquina, a viajar hasta la biblioteca nacional sólo para figurarme a Iván sentado ahí, conmigo al lado, contándole que yo también sé lo que es no poder morirte. Porque es así, no puedo morirme. Tengo demasiadas responsabilidades como para morirme, y a la vez, esas mismas responsabilidades vienen a patearme la cara y a decirme “la verdad es que mucho no nos importa que sigas funcionando”. Entonces esperá, que estoy respirando. Pero ya estoy cansada de estar mandándole órdenes a todo mi organismo para que continue andando.
Cuando es domingo llorás, y llorás como la puta madre. Llorás por los viejos tiempos, por esas semanas enteras en la cama llorando, en las que te dormías a las 9 de la noche, te despertabas a las 3 de la mañana, recordabas lo que había pasado, volvías a llorar, te querías arrancar la piel, te quedabas dormida, te volvías a despertar, y así sucesivamente, mientras la gente te llamaba a ver si ya te habías muerto, sólo para desempolvar el traje de luto.
Pero hay un detalle, ahora también llorás por haber hecho que llore otra persona. Porque el ser libre y el tomarte la soledad como un regalo no dejará de volverte una hija de puta. Y ese poema de Bukowski, que justifica el regalo, no lo convierte en eso, lo convierte en una condena. La condena de saber que por mucho que intentes nunca vas a ser como ellos, entonces vas a tener todo ese peso existencialista a cuestas por siempre. Cada vez que mires al mar vas a desear estar pegándote un tiro, porque toda la basura acumulada que tenés en la cabeza, en comparación con eso es la nada misma, es inclusive peor que la partícula de polvo que representás a nivel universal. Y eso es lo superior, y eso es lo que te quema.
Pablo dijo, sentado acá, hace un par de días, que tenés un problema con el fuego. Obvio que lo tengo. Lo admito, lo sostengo. Desde el momento en que le permitís a un hombre recorrerte la piel, todos los problemas tienen que ver con el fuego. Porque eso es lo que el sexo hace, te quema. Te destruye, te arruina. Y por eso, por un mínimo restante de instinto de autopreservación, todavía no cogiste. Pero te vas a encontrar un día de estos queriendo hacerte mierda, y entonces va a suceder. Porque ya no querés matar al otro, te querés matar vos, y como tenés demasiadas responsabilidades como para morirte, estás dedicándote a vaciarte por dentro en un principio, para que llegada la hora ya no quede nada, entonces puedas hacerlo.
Al hacerlo, vas a dejar de extrañar determinadas sensaciones y todo lo que conllevan. Vos y yo sabemos que ese dolor, ese filo, lo que pica, lo que sea, lo que no vivís desde aquel enero está esperándote. Es como el lobo en la punta de la cama que te incita a volver a toda esa basura. Entonces pensás que podrías estar metiéndote por la nariz toda clase de sustancias, que podrías estar fumando, pero el sólo escribir fumar te hace pensar en lo mucho que querés hacerlo, y en la tercera ducha que te estás por clavar, primero porque querés fumar, segundo porque querés coger, tercero porque te querés matar, y porque estás sucia, sucia, sucia.
Julieta no asiste, insiste. Esa es la clave de todo. Me vas a ver quejándome por cosas por las que ni siquiera debería, las que ni siquiera creo. Es inútil. Todo intento de tocarte el alma es inútil. All art is quite useless.