Siempre tuve poderes desorbitantes. Es decir, sé que las cosas van a pasar antes. Las puedo palpar y degustar, justo antes. Ibas a terminar así, y yo lo sabía. Espero no equivocarme ahora, que creo que en dos o tres años. Es que estaba en el medio hacía siempre. Y cómo no estarlo, si es tanto más linda. Ahora tengo otra carta más que poner sobre la mesa. Te querías despedir. Por eso los colectivos tienen que pasar dos y hasta tres veces para no verme nunca más. ¿Sabés?, hay días que seguís ahí. A vos también, que te encanta leer, y sé que lo hacés. De haber sabido que el sábado sirvió para que te sintieras menos culpable, te habría desangrado ahí no más. Y es verdad que pude matarte tantas veces. Es que uno puede asesinar mientras no se aburre, mientras no están cambiándote por un modelo más viejo.