Es difícil remontar las situaciones cuando creés que ya dijiste todo. Cuando estás convencido de haberlo hecho. Cuando sabés que te mordiste el labio, y lo seguirías haciendo.
Acababa de llegar
estabas incandescente
y el premio era mío
nada que no cueste sentirse molido a palos
tan temprano como para decir
que quiero algo
que voy a conseguirlo
la carne es débil
pero quizás la lengua
llegó inclusive más lejos que la pija
que la mano.
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