todo me duele,
pero hoy no me importa,
no me importa en lo que quema, ni en el silencio, porque hoy dije
las palabras cual plaquetas que intentaban cicatrizar la herida de las sombras
eso que yo creí ya haber dicho
que no fue más que el recuerdo de lo no correspondido
papá, estás condenado
a pisotear los cimientos de la casa por siempre
a decir yo no amo
y entonces cada puerta suya
transformada en mía,
en la forma que tengo de hacer las cosas
será la que sea, será
el hundimiento del puñal
del desengaño
la llama
de los amantes libres
que no son yo
¿y no era yo, acaso,
acariciándote el pelo,
relamiendo tus miserias,
provocándote espasmos,
abrigándote de la lluvia?
que no fui yo,
sino fui quien querías que sea,
alguien que te anestesie
(pero esto es local)
yo no penetré tus huesos
apenas si te los miré de cerca
y es la piel, que siempre será almizcle
irrisoria
carroñera
julieta
que lo siento más que al viento
que el oficio de irse
que te ama con los huesos
que no es tu culpa
(pero yo no hice nada para que otros te lastimen ni planté el miedo)
el miedo es un campo minado.
el campo de la aurora, el frío.
parirás con dolor y de tu cuerpo engendrarás hombres que vendrán a completar la tarea de estar solo.
la premisa de la adolescencia,
la puerta que se cierra y arde.
el dolor de tu madre
la traición, el atrincheramiento
parirás con dolor
y tus hijos llevarán el nombre de alguien a quien no amaste
y ese será el reproche eterno
la moraleja del ahogado
dirán que siempre elegiste el sufrimiento
y no habrá sombreros para nadie
pero el amor será negado
y eso
eso es postergarse
(al punto de creer en lo que ya no llega)
para mí se fue
arruiné todo
entonces los días se marcan de despedidas
y las venas comienzan a rozarse con la piel
a emerger
a recordarte que te gusta ser lastimada
que al arpón te lo regaló mamá,
que querés que te lo claven hasta el fondo y sangrar,
sangrar como siempre
(éste dolor es sólo mio)
sangrar por todo lo que no te pertenece.