9.5.13
RENUNCIO
escribí la otra noche
después de una larga ducha caliente
RENUNCIO
y no tenía mayúsculas, no
pero mi caligrafía daba calambre
como el de hoy a la mañana
y cuando dije que renunciaba
me vestí menos de lo que ameritaba el frío
pero no importaba
porque mi casa estaba igual
y me fui a buscar un paquete de puchos
la mina que estaba antes
con su paquete de camel
me dejó con ganas
pero no
y volví acá y escribí en el cuaderno
en ese mismo que le anoto cosas al Universo
que renunciaba
y se sentía como el carajo, pero también dije
que me lo iba a repetir
como por ciento cincuenta días
a ver si se me mete en la cabeza
de
una
vez
por
todas
ni me vengo a quejar
de todo lo que extraño
ni de lo que parecen haberme costado las cosas, sí
porque cuando viene fede está todo bien
y a él no le escribo con mayúsculas
salvo cuando el binomio
renuncié, también
renuncié en general
ya falta una semana, y no el eterno
y nadar a la mañana me sienta bien
digo que no voy a pensar en nada
entonces renuncio de nuevo
y me quedo rogando por alguna canción que me guste
si es que las demás, puede decirse que,
son una porquería
escribiría millones de veces
acerca de esto, de lo otro, de aquello
del dolor que no se compensa anatómicamente
al que no podría encontrarle una explicación fisiológica
excepto el silencio
renunciar es hasta cómodo
cuando sabés lo que se viene
o al menos, lo que te queda
y cuando te vayas por ahí
haciéndote un millón de amigos
¿y cuando te vayas por ahí...?
cierto, cierto
cierto que renuncié porque te fuiste, renuncio.
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