29.4.10

jota

Una película
la lente perfecta
un filtro real
haciéndote sentir
que los colores te revuelven el estómago
un riel
por el que corre el carrito que lleva la cámara
mi casa minada de vías
como en una scalextric

julieta abrió los ojos
hinchados
ojeras
diclofenac
dos, y otra pastilla que le da vertigo
pero de la que no habla

el gato jugando con el blister
en la mesa de luz
pidiendo atención
gimiendo
perturbando la persiana

julieta abrió los ojos y la boca
y las manos

julieta no habla de lo poco que durmió

una remera de los beatles
recortada
en sus mangas, cuello
ya ni siquiera pueden distinguirse sus caras

los pies caen
como una marioneta de la que fueron soltados sus hilos
dos pies congelados
por la anemia
y el ahogo que se experimenta al dormir con medias
con sus uñas pintadas
de negro, siempre
y primer plano

a los muslos
el primer escalofrío del día
la piel de gallina
el borde de la bombacha
los hombros caídos
homóplatos deprimidos, cabeza gacha

la mano que recorre la nuca
los ojos siendo revoleados hacia el techo
el sol y la miel

inhalar por la boca
mientras el pecho se infla
las tetas rozan a paul y a ringo
pero ellos no lo notan

julieta erguida
es una bestia de un metro setenta y cinco
completamente despeinada
que se pone los anteojos
para mirar peor

siento que la cabeza me explota
y recién me despierto

se lastima un pie con el carrito
que la persigue hasta el baño
dejando atrás cierto dibujo
en la cabecera de la cama
que habla de la revolución
de los diescisiete años
de los sacos a cuadros
el pasto en el pelo
el manifiesto comunista
las canciones de protesta
y un anhelo de tomar un arma
gritar en medio de una plaza
que hay un sistema que se está cayendo

prende la luz
las pupilas se contraen violentamente
y duelen
encandilarse duele

julieta frente al espejo es el fantasma
de las cosas que una vez dejó de hacer
tiene casi veinte, pero el color de sus párpados
susurran unos treinta
julieta y el cepillo de dientes
julieta y su padre
julieta y las cerdas en las encias
julieta y la pelvis rozándole el lavatorio
mojándose y puteando

julieta meando
queriendo volver a la cama
tirando la cadena
apagando la luz
cerrando la puerta

julieta mirando la computadora
los cuadros que cuelgan en la pared
el sillón
la parva de libros sobre la impresora
lo que escribió una vez
lo que le dice borges
y lo que se olvida de cortázar para no sonar cliché

julieta tomando la taza verde del felino
abriendo el tupper con el alimento balanceado
hundiendo la taza hasta llenarla
pero hasta cierta medida
dejando caer el agua sobre un vaso
para después llenar los respectivos recipientes
y callar de una vez por todas al que llora

julieta rascándose la cabeza
puteando
tomando un lápiz de los tan divinos portalápices negros
para enroscarse el cabello
y sujetarlo con eso

julieta tomando el paquete de cigarrillos
abriéndolo
sacando uno
prendiéndolo fuego
besándolo
chupándolo
fumándolo

julieta con las manos frías
dejando sonar el teléfono
llevando a la cocina
los vasos de la noche anterior
las cenizas
mirando los papelitos pegados a la pared
que hablan de qué hay que hacer
a quién llamar
a quién llevarle plata
a quién hacerle un favor
a quién chuparle la pija

julieta tomando un frasco de una repisa
destapándolo
llenando un bowl con cereales
volcándole lo que queda de leche
reventando los copos con una cuchara
llevándosela a la boca
masticando
relamiéndola

julieta es un agujero
y un fantasma
y un agujero

julieta anoche brotó de la rabia
y del sueño
lloró
gritó
sollozó
rasguñó la almohada
las sábanas
sus brazos

julieta mirando una hoja
pegada con cinta
en el armario
de algo que bukowski dijo
de algo largo
que le mostró juan
juan que ya no está
que habla de una lucha
de un camino que hay que andar entero
o de lo contrario no empezarlo en absoluto
que prometió religiosamente leer todas las mañanas
para no matarse por las cosas que está haciendo
y seguir escribiendo

julieta se sentó
en el sillón nuevo
y el carrito se quedó quieto esperando que se mueva

vos querés
que julieta coja delante de una cámara
que se le paren los pezones
y las ganas

vos querés
que julieta te diga
que se masturba
leyendo el diario
prendiendo un fósforo

vos querés que julieta se siente
y escriba
sobre lo que es quedarse parado
descalzo, congelado
del lado de adentro de la puerta
con la llave en la mano
la sed de salir afuera
una trompada aflorando en su puño
hacerte entender las cosas
y un grito en el pecho

pero julieta es un agujero
y un fantasma
y un agujero
y un teléfono que no para de sonar
y las agujas de un reloj que le pinchan la espalda, la vida.

22.4.10

Recorro entre la muchedumbre tan pacífica,
desierta manufacturada de antojos siniestros porque sí, y mientras el cielo se recubre de gotas inmensas, que caerán en pequeños pedacitos de hígado atravesados en su garganta grasienta mugre que recubre el suelo y que nadie, nadie va a venir a juntar los trozos filosos cortantes de su piel podrida y demacrada figura que no baja de mi pecho, por mucho que lo intente, por mucho que desee que se caiga del lugar a donde pertenece donde tan bien lucía alegre y feliz
como en una vieja foto que me dice que eso ya no está bien, tranquilo, sentado con la mirada fija en el señuelo que hasta entonces tanto bien le había provocado, pero que hoy,
por mucho rótulo que quieras ponerle, se
desvanece sus prendas de disfraz muñeco pardo hilachiento
y gracioso que se me esboza en la sonrisa, por la que
luché fervientemente, un pedacito que te
regalo de cumpleaños feliz feliz feliz santa virgen que nos
protege el ánima, la abriga, la sucede,
la moja delicadamente en aceite con tal de que
permanezca allí, con el pecho a contra luz,
palpitándote de sangre violeta brillante de muertos azules
brillantes
que se asoman por las hojas de la persiana,
se diluyen, se acaban.
Otras noches
placenteras
visiones de pilas de diarios de un mundo completamente distante,
distante muñeco saltarín de paja, como la que me hiciste en verano cuando podía ver y sentir, o salir, a veces da lo mismo que reventarse un poco, aunque a veces no tanto, qué sé yo a veces busco cosas donde no debo morder eso, es malo, fundido entre las gotas de lluvia que caen y que no dejan de caer en la tentación del malévolo, satán te va a ir ganando de a poco.

el padre

Alejándote no ibas a solucionar nada. Te gustaba decir que eras mi espejo, mientras te calzabas una máscara y me acechabas por toda la casa sínicamente. Cuando me hablaste de plantas creciendo en mi estómago o de tornillos cayéndose de mi sien eras el único que podía solucionarlo. Las luchas no terminan del lado de afuera. Las luchas duran años.

las madres

Nunca tocaste nada, como atajándote. Anoche te ví dormir a contraluz y supe que acabaríamos igual, que resultaríamos de la misma unión de un delirante y un condenado. Te serví café sin siquiera saberlo hacer. Te escuché, te escuché. Sos el principio, pero a veces creo que mi existencia entera ya estaba resuelta.

20.4.10

me

me estoy enfermándome estoy oxidándome estoy desangrándome estoy asfixiándome estoy esperándome estoy abrazándome estoy castigándome estoy reventándome estoy callándome estoy digiriéndome estoy deshaciéndome estoy olvidándome estoy salpicándome estoy riéndome estoy dibujándome estoy recreándome estoy desfigurándome estoy borrándome estoy negociándome estoy abrigándome estoy resguardándome estoy taladrándome no estoy me.

17.4.10

maripositas

de ahora en más
me vas a abrazar
sosteniéndote la boca de la culpa
diluimelo
en cuarenta y siete partes de agua
para que no note la diferencia
entre tenerte y la nada
decir que está todo bien
a veces es una forma
de no admitir las cosas que están mal
me agota
me deja en cero
que me pidas disculpas
porque no hago nada con tener razón
ni hago nada con perdonarte
ni hago nada con esperar que cambie
ese relojito insulso que tenés adentro
desde que me acuerdo
y a mi manera
te mantuve cerquita
como ese portarretratos que miro antes de dormir
pero es para que veas, nada más
que lo que siento sobre todo esto
es un papel
que estoy retorciendo dentro de mi puño.

13.4.10

el lugar

Esa muchacha sabía muchas cosas. Poco a poco me fue entrando como una fiebre, un torbellino donde se iban mezclando preguntas y respuestas, teorías, todo aquello que no sucedía mientras ella estaba presente; ahora, sentía que algo se me escapaba, que la comprensión de todas las cosas estaba muy cerca y alcanzaba a rozarla apenas, y luego desaparecía. Después, un poco más sereno, pensé que había hecho un entrevero de planos mentales, y que era la muchacha, y no la comprensión lo que se me escapaba; que ella era algo que no podía poseer ni controlar, alguien que sabía muchas respuestas a mis preguntas y que sin embargo, no habría de responder, alguien que, al menos, podría servirme de consuelo, de compañía, pero que también a esto había de negarse. Nuevamente sentí que la rabia me dominaba. La descargué contra las molduras restantes, pero no sentí interés por ver qué ocultaban. Volví a acostarme, tapándome la cabeza con la almohada y me dormí, presumo, antes de que se apagara la luz.

11.4.10

smile

cagándonos de risa de la gente que recita
imitándolos
parecería que todo lo que hay que poner para que una poesía funcione
son palabras burdas
y poner la voz así
vestirse asá
yo te hablo del don de haber crecido sin pito.

las manos

de lo mal que estoy es como que estoy tan bien.