Una película
la lente perfecta
un filtro real
haciéndote sentir
que los colores te revuelven el estómago
un riel
por el que corre el carrito que lleva la cámara
mi casa minada de vías
como en una scalextric
julieta abrió los ojos
hinchados
ojeras
diclofenac
dos, y otra pastilla que le da vertigo
pero de la que no habla
el gato jugando con el blister
en la mesa de luz
pidiendo atención
gimiendo
perturbando la persiana
julieta abrió los ojos y la boca
y las manos
julieta no habla de lo poco que durmió
una remera de los beatles
recortada
en sus mangas, cuello
ya ni siquiera pueden distinguirse sus caras
los pies caen
como una marioneta de la que fueron soltados sus hilos
dos pies congelados
por la anemia
y el ahogo que se experimenta al dormir con medias
con sus uñas pintadas
de negro, siempre
y primer plano
a los muslos
el primer escalofrío del día
la piel de gallina
el borde de la bombacha
los hombros caídos
homóplatos deprimidos, cabeza gacha
la mano que recorre la nuca
los ojos siendo revoleados hacia el techo
el sol y la miel
inhalar por la boca
mientras el pecho se infla
las tetas rozan a paul y a ringo
pero ellos no lo notan
julieta erguida
es una bestia de un metro setenta y cinco
completamente despeinada
que se pone los anteojos
para mirar peor
siento que la cabeza me explota
y recién me despierto
se lastima un pie con el carrito
que la persigue hasta el baño
dejando atrás cierto dibujo
en la cabecera de la cama
que habla de la revolución
de los diescisiete años
de los sacos a cuadros
el pasto en el pelo
el manifiesto comunista
las canciones de protesta
y un anhelo de tomar un arma
gritar en medio de una plaza
que hay un sistema que se está cayendo
prende la luz
las pupilas se contraen violentamente
y duelen
encandilarse duele
julieta frente al espejo es el fantasma
de las cosas que una vez dejó de hacer
tiene casi veinte, pero el color de sus párpados
susurran unos treinta
julieta y el cepillo de dientes
julieta y su padre
julieta y las cerdas en las encias
julieta y la pelvis rozándole el lavatorio
mojándose y puteando
julieta meando
queriendo volver a la cama
tirando la cadena
apagando la luz
cerrando la puerta
julieta mirando la computadora
los cuadros que cuelgan en la pared
el sillón
la parva de libros sobre la impresora
lo que escribió una vez
lo que le dice borges
y lo que se olvida de cortázar para no sonar cliché
julieta tomando la taza verde del felino
abriendo el tupper con el alimento balanceado
hundiendo la taza hasta llenarla
pero hasta cierta medida
dejando caer el agua sobre un vaso
para después llenar los respectivos recipientes
y callar de una vez por todas al que llora
julieta rascándose la cabeza
puteando
tomando un lápiz de los tan divinos portalápices negros
para enroscarse el cabello
y sujetarlo con eso
julieta tomando el paquete de cigarrillos
abriéndolo
sacando uno
prendiéndolo fuego
besándolo
chupándolo
fumándolo
julieta con las manos frías
dejando sonar el teléfono
llevando a la cocina
los vasos de la noche anterior
las cenizas
mirando los papelitos pegados a la pared
que hablan de qué hay que hacer
a quién llamar
a quién llevarle plata
a quién hacerle un favor
a quién chuparle la pija
julieta tomando un frasco de una repisa
destapándolo
llenando un bowl con cereales
volcándole lo que queda de leche
reventando los copos con una cuchara
llevándosela a la boca
masticando
relamiéndola
julieta es un agujero
y un fantasma
y un agujero
julieta anoche brotó de la rabia
y del sueño
lloró
gritó
sollozó
rasguñó la almohada
las sábanas
sus brazos
julieta mirando una hoja
pegada con cinta
en el armario
de algo que bukowski dijo
de algo largo
que le mostró juan
juan que ya no está
que habla de una lucha
de un camino que hay que andar entero
o de lo contrario no empezarlo en absoluto
que prometió religiosamente leer todas las mañanas
para no matarse por las cosas que está haciendo
y seguir escribiendo
julieta se sentó
en el sillón nuevo
y el carrito se quedó quieto esperando que se mueva
vos querés
que julieta coja delante de una cámara
que se le paren los pezones
y las ganas
vos querés
que julieta te diga
que se masturba
leyendo el diario
prendiendo un fósforo
vos querés que julieta se siente
y escriba
sobre lo que es quedarse parado
descalzo, congelado
del lado de adentro de la puerta
con la llave en la mano
la sed de salir afuera
una trompada aflorando en su puño
hacerte entender las cosas
y un grito en el pecho
pero julieta es un agujero
y un fantasma
y un agujero
y un teléfono que no para de sonar
y las agujas de un reloj que le pinchan la espalda, la vida.