4.12.07

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La lucha incesante de los cuerpos en un sube y baja constante, el juego de estar apurados. Ni mirar, porque hay que vivir sin reloj, pero cuando el tirano corre la guillotina espera, tengo que parar de amarte. Las pócimas placenteras, y vos otra vez bajo esta cárcel que soy, los minutos, los minutos.

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