28.4.12


No me hables acerca de la soledad. En lo posible, no me hables de nada. O no me hables de algo, esa sería la forma correcta de decirlo. Es ridículo aprender metódicamente, gramaticalmente, exhaustivamente, a hablar bien inglés antes de hablar bien castellano. Castellano de Castilla, castellano pura mierda. Entonces entendés que no hablar de nada, en realidad es hablar de algo. No podés negar dos veces, entonces estás afirmando. Como en las ecuaciones, la regla de los signos. Dos negativos siempre darán positivo, no obstante dos positivos siempre darán negativo, no obstante, siempre que mezcles, en cualquier orden, a un más y a un menos, será negativo. El triunfo de la negatividad.
RH negativo, como mi mamá, como mi hermano, como mucha gente que odio. No es que los odio a ellos, aunque a veces sí lo haga. Receptor universal, pero el día que me muera va a importar poco, voy a reventar como sapo y no importa que a, b y 0 puedan darme, no va a importar. Lo que va a importar es el negativo.
Negativo en un examen de ingreso, negativo en un pedido de beca, negativo evatest, negativo en un exámen de hiv, sífilis, como tres tipos de hepatitis, gonorrea, hpv, negativo.
Negativo intentar entrarle al sol a la mañana, romperlo al medio, poder mirarlo realmente sin que me destruya los ojos, negativo siquiera sacarle fotos. Negativo es el gato que está dentro de la caja que no sabemos si vive o muere o si en la espera por averiguar su vida o muerte acaba por morir de cualquier manera. Entonces nos lamentaremos por la caja, por no abrirla, pero aún abriéndola, aún sabiendo que podríamos destrozar el sistema con la simple apertura, matar al gato en serio, y quizás a nosotros mismos con la simple apertura nos coloca en una disyuntiva, en la que no importa lo que pase, más bien, lo que está dado está dado, lo que no podemos ver no se ve, y si tenemos la posibilidad de hacerlo frente a nuestras narices, aún estas se llenen de veneno e intoxicaran-lo todo, esa posibilidad absurda que existe, persiste y resiste, en porcentajes mucho más altos de los que verdaderamente nos interesarían, entonces a la caja hay que abrirla igual. El precio es tan azaroso y terrible como no hacerlo.
Antítesis. Negación de la tesis. Negación de uno mismo que no sólo se niega sino más bien lucha contra la afirmación, un estadío anterior en pos de la superación, de la llegada de la síntesis abarcadora. Cogito ergo sum. No me importa, mañana voy a ser otra cosa. Mañana voy a ser la síntesis de este día de mierda que a su vez va a ser tesis de otra antítesis que surgirá eventualmente.
Las manos y los pies, todos los lejanos extremos de mi cuerpo completamente congelados. Puta anemia. Puta mierda. Como si la oleada de negativos hubiera pegado también, como si pudiera existir un examen que simplemente se llame “examen de la persona físicamente saludable”, y que yo hubiera sido calificada con un negativo en ese. Estoy gris, no me rinden las horas de sueño. No tengo hambre, me gusta no tener hambre y aunque a veces la tengo me gusta simplemente no prestarle atención. Quizás es el humo del cigarrillo que debería dejar, quizás es buena idea empezar a armar, quizás veo a veces fotos de animalitos torturados por la tabacalera a la que le compro los putos clavos de mi ataúd y no existe momento, a la hora de prenderme un cigarrillo, en el que no tenga presente el hecho de que es un rato más en el que acelero mi proceso de descomposición, en el que permito que un agente dañino me consuma. Como la sanguijuela que creo tener prendida en algún sector del cuerpo, la que explicaría de manera fantástica por qué me estoy muriendo más rápido de repente, por qué tengo tanto frío, por qué estoy más liviana, por qué tengo este color.
Y sin embargo hace cosa de una semana cargué la cámara de fotos con un rollo de 400 esperando que salga el sol y poder tener menos frío y sacarnos fotos juntos. Pero bien el sol no salió, o sólo salió los días de semana, o estuvimos muy cansados, pero sé que a las cinco de la tarde ya es tarde para mi cámara. Ya es muy tarde para ella y probablemente para nosotros, que vivimos mucho más de noche que de día pero ahora hace frío. Esta vida está fría. Y puede sonarte horrible, mi amor, pero estoy convencida de estar muriéndome mucho más rápido. Aunque me recupere y viva, estoy muriéndome rápido, y aún en la antítesis y en la negación y en el frío, en mi mano que apenas se mueve, en mi pierna, así como está, que no es buena idea hacer el amor un jueves pero es la mejor idea del mundo, puedo decirte: te amo. Te amo porque a veces estamos raros y no sabemos qué hacemos o qué hacer. Te amo porque nunca sabemos qué hacer, o qué va a pasar. Te amo porque mis sábanas huelen a hacer el amor el jueves, y porque New York I love you but you’re bringing me down. Y porque, gracias, antítesis, no sé nada, excepto quererte de formas extrañas, para mí y para ambos. Al menos hoy, mi amor. Al menos hoy.

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