voy a desencadenar
la caja boba
que tenés como pecho
amordazarla al encuentro inevitable
de nuestras papilas gustativas
al roce de mi lengua
contra las venas de tu garganta
esta noche quiero arrancarme la piel
ante la distancia inevitable
susurrándome al oído una plegaria de retorno
quiero
caminarte los tatuajes
con mi absurdo poema
con la oda que le hago
a la más hermosa de tus piernas
con ese maravilloso pasado
que te tiene inscripto, poderoso
bajo el encanto de mis miserias
con la sal de tu pelo
enredándose en mis tobillos, quiero
tu mano sosteniéndome firmemente la cabeza
obligándome a mirar
las estrellas (y otras cosas)
la inevitabilidad
con la que te quedaste dormido sobre mi cuerpo
soñando la penumbra del desahogo
buenos aires te hace imberbe
al volcarme la botella
de canto en el esternón
vacío
en una plegaria de piedad
jugando por un rato
a conservarte como entero motivo
de mi vuelta.