11.1.10

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Parece que te morís seguido.
Cuando amanece y no puedo más, parece que te estás muriendo. Suena ''The Youth'' y yo en el fondo quiero rematarte a tiros, porque parece que te estás muriendo, pero hasta que no te apagues no puedo asegurarme que estás sintiendo lo que yo al repasar mis dedos por tu médula e imaginar que posiblemente ni siquiera naciste.
Parece que te estás muriendo, y que sólo malgasté mi tiempo en molestarte.
Viniste a lamer la sangre que dejaron aquellos que me partieron la cabeza por debajo de la mesa, argumentaste que ya no tenía nada para regalarte, y sin embargo te llevaste hasta el suero de la sed verdadera.
Viniste a beber de mi sexo como si fueras a persistir pasada la hora del té.
Parece que te estás muriendo, y si tuviera una daga para clavarte en cada costado estaría usándola, dándote una excusa para encerrarme y obligarme a tragar psicofármacos hasta que me muera, en una cama bastante incómoda.
Parece que te estás muriendo, pero en el fondo no necesitás hacerlo. Podés, simplemente, encontrarte esa película cuando hacés zapping, pero no, te estás muriendo. Estoy agarrándote del pelo, como antes, y reventándote la cabeza contra la pared, es lo mínimo que necesitás para abandonar la matrix y darte cuenta de que tenés un problema serio.

3 comentarios:

Raúl dijo...

Gracias por tu visita y por tu comentario.
Un saludo.

Bruno dijo...

si la muerte habrá desvelado a más de uno. es parte de la condición huamana pensar en ello.
muy lindo el texto

Peperina dijo...

Vos siempre, siempre fuiste demasiada sombra, y no sé, me acordé del arcoiris, y las monedas en las cabezas de las gentes.
Dejá de escribir tan negro, y cambiá esto ya, carajo.