Sos el que se queda cuando la fiesta terminó y yo ya estoy por el suelo. Cuando me duelen los pies y perdí los zapatos. Cuando estoy en la cama pensando en nada, que es todo, que es nada, y me tocan la puerta para avisarme que estás abajo. Sos el que me agarra la mano en alguna reunión familiar. El que me cocina, el que me cuida, el que siempre va a estar. Sos el que me abre la puerta cuando ya es tarde. Sos el espejo de mi alma, sos las sonrisas y los viajes. Una torre de libros en tu habitación que desordeno con dulzura. Una pila de cartas del 2007. El que abre los documentos importantes, el que tiene las llaves. Una de las cosas más importantes de mi vida. Y yo te adoro, Federico, te adoro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario