Dale, dame. Pero no, te dije que no, así... otra vez, no sé qué escribo. Tu lunar tan comestible, yo me río, me río, soy un río, lloro, lloro cuando no hay nada entre nosotros dos, por primera, segunda, tercera vez, no, ya perdí la cuenta. Soy un río si decís esas dos palabras, la primera, segunda, tercera... juntás todas las veces, y...¿viste que siempre que me pongo así estás vos arriba?, es que no podemos jugar a dar vueltitas en tu cama, porque es chiquita como la mía, y yo te mentí, no se rompió así, se rompió asá, y cuidado, te vas a caer y nos vamos a matar, y GLUP, reloj y celular al agua congelada, y después aguantarlo difónico dos días. Los dos días más lindos de mi vida.
Cerrá los ojos, no puedo, ya me preguntaste eso antes, vueltitas, América, costado, estás tan hermosa, Julieta Acosta.
Siempre te quedás vos abajo de la lluvia, pero te dije que vengas, me voy a sacar los lentes, los extraño, todos dicen lo mismo, no entienden nada, pero estamos solos... bah, Chéjov, no me hagas llorar, eh, era obvio, porque soy una maricona y no me la banco, ya pasó antes, ¿qué vas a hacer?, hacerte feliz, ¿y por qué?, porque sos todo lo que quiero.
Es que no te escuché respirar, ni nada, quedate, un poquito más tarde, un ratito más, ojalá pudieras quedarte para siempre, falta poquito, tengo una sorpresa para vos, ¿sabés qué sigue?, dormí si querés, vení conmigo, pero eso también soy yo.
Y te amo.
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