Chaparro. Opio en las nubes. Llovía hace un rato. Llovía con histeria. Finalmente, he sangrado. He sagrado. Tengo una conjuntiva inflamada, una protusión en un disco, un cigarrillo en la mano, un agujero en el pecho. Lamento haberme ido a dormir tan temprano, quizás ya no duerma. Como tres mil mails en la bandeja de entrada. Perdí la línea del tiempo como de nueve horas de mi vida. Intentaste descifrar la sonrisa que tenía al teléfono. Odio el teléfono, los detesto. Odio la falta de mi gato ahora. Pienso más en Juan de lo que me gustaría. Estoy, pensando en todo. El otro día te dije que, afortunadamente, ser y estar eran lo mismo. Entonces soy, quizás, el amor que te tengo. Estoy el amor que te tengo. Como cincuenta blisters de pastillas. Autocorrección. La paja que me hice antes de dormir. La falta de imaginación. La sobra de todo lo demás. Pensar y suponer, mirar el reloj a las 15:07. Siempre. Aunque el 44 me encante. El miércoles, el pasto, el piso, vos-yo, Julián, Federico, el libro de Julio eran cosas perfectas. Inigualables. Esta noche es el río, y está frío. Simón hoy a la tarde, dejar de tener que escribir en nombres propios. Te dije, está todo bien, quizás como Sven y Amarilla se hubieran dicho “tranquilo muñeco”. Vos, que sos y estás, supiste, nada está bien. Antes nos enajenábamos. Ahora no sé qué nos hacemos. Hacer, ser y estar. Marcelo está en Tailandia, probablemente con calor. Que le cambió el metabolismo, me dice. Extraño a Gustavo. Y a merced de todo no puedo decirle nada. Que es decirle algo, que es pedirle perdón, yo soy todo eso que él dice. O dijo, ya hace tiempo. Y de cualquier manera, esto está rodeado de imbecilidades, somos: el amor que nos tenemos y el infierno. Hoy falta una semana, y me resisto a contar los días. Me resisto a fumármelos. Tiré el atado de la otra vez. Casi queriendo, porque cuando me dí cuenta todavía no era tan tarde, ahora sí es tarde. Probablemente si pasás por la puerta de mi casa esté en el piso. Me preguntarás, eso es lo que hice con el amor que nos teníamos. Yo creo que con el amor que nos teníamos compramos pasajes para dejar de estar juntos. Asumimos las distancias, y en una semana vos despegarás del piso y yo seguiré en tierra. Era bastante más tranquilizador creer que íbamos a despegarnos los dos. Pero lo que va a pasar es que vos te vas a levantar, inerte, sobre todas las cosas que conocemos. Vas a pensar, como por cinco o seis horas, en la espectroscopía, en Brasil, en The Fly, en Vivian, en Cronenberg, en lo que es algo Camp, en las nueve horas perdidas, en lo que sea que pase estos días, carajo, somos el infierno. Somos mi bolsa de ropa sucia, el deseo, el tracklist que tenemos para coger, con el que eventualmente cogeremos con otros. Vos ya no querés coger. Vos ya no querés amar. Vos ya no querés entregarte a esto. Y probablemente yo esté perdiendo el tiempo, porque he perdido una cantidad enorme de tiempo. Tanto que ayer era miércoles, y por alguna extraña razón Ray Charles me lleva directamente a Barry White y a suspender. A suspender sin haber arreglado, sin haber solucionado. A decir “tranquilo muñeco”, ahora no puedo. Ahora no debo. Ahora no siento. Ahora te escribo y vos ya no querés coger. Los otros me dan la mano, vos me tiraste sal. Como Ale tirará un montón de sal sobre la carne en la parrilla el domingo. Cuando me siente frente a ese plato, cuando lo mire, sabré, lo que estoy a punto de comerme, vivía. Cuando me tiro en tu cama, muerta de dolor, y te acaricio, lo que estuve a punto de comerme, lo que comí, vivía. Como Marcos dijo, y a eso lo vas a leer en algún momento, las putas son más dignas, cobran por serlo. Y yo te dije puta, y te mandé a cogerme. Encontrarnos nuevamente con Julia no fue más que eso. Saber que está ahí y que no vas a poder amarla. Ni siquiera podés amarme a mí. Y yo ya no sé quién es que escribe. Si ella, que me desgarró un homóplato, o yo, que manifiesto ser y estar amándote. A veces te tengo miedo. Todos los días te tengo un poco de miedo y hoy tengo miedo, si bien menos miedo que antes y hace un rato y la distancia. Pero en enero voy a tenerte todo el miedo del mundo. Porque te habrás elevado, y yo seguiré en tierra. Me habré elevado, como sesenta metros, intentaré descifrar cuántos kilómetros me separan de tus brazos. Todo esto es irreal, y a la vez, es más real que nunca. Natalia dijo el otro día, cuando te gane el vicio, espero puedas decir que no. Yo ya me prendí como tres. Amemos al rivotril, aborrezcamos la marihuana, qué ridículo, quiero más sábados. Quiero estirar el pie y tocar a mi gato, y eso es lo que vos estás haciendo ahora. Yo quería vivir en tu casa, vos me echaste. Entonces, esto es el río, y para pasar el tiempo tendremos que tirarle al otro encima un montón de libros. Quiero más sábados. Ellos hablan de distancia, de tomar distancia, qué carajo saben. Qué mierda saben de la distancia, ojalá distancia fuera simplemente dejar de hablar con alguien. Nosotros dos somos la distancia, la pata que le falta a Mishka, vos no leíste a los rusos, lo mal que hacés, lo mal, mal, mal, mal, mal, bien. Ni siquiera es un nombre de mujer. Será nombre de gato, pero no tiene mujer. Yo no tengo mujer, y vos tampoco. Jose, todo esto va a estallarme en una mano como la maldita pirotecnia la noche de tu cumpleaños. La gente festejará, alrededor del mundo, que se terminó tu cumpleaños. Yo tragaré amargo, carajo, somos el infierno, algo camp es una mujer con un vestido lleno de plumas. Puedo saber eso, pero a esta hora no me acuerdo de lo que es una medida de tendencia central, y por qué usar una muestra unilateral. Porque el 5% se encuentra sólo de un lado del cero y podemos descartar la hipótesis nula con una mayor significación. Vos y yo somos-estamos la hipótesis nula de nosotros mismos. Así que bien me gustaría que los dos nos dejáramos de joder un poco con Adorno, que rindiéramos culto a mi religión, la que sabía que tenía, pero enero viene largo, mi amor. Enero viene largo, corazón, mañana necesito que me digas que me amás, y necesito que me ames. Porque por alguna extraña razón estamos durmiendo separados esta noche y esto que me danza alrededor es el infierno. Vos y yo somos el infierno.
16.12.11
15.12.11
se me disuelve
lejos
hoy
tapé el vestigio de la otra noche
con un capítulo, celeste
de opio en las nubes
el que me leíste
pidiéndome que
te toque
no es que desmerezca esa muerte
es que
empezó a darme miedo
de nuevo
como el miedo a todas las demás cosas
como
los campos minados
como
strawberry fields
como
el para siempre
ayer
la casa en la que ya no estaré
sentí que nada más podía pedírsele a un miércoles
ya nada
y por algo tanto me
gustaban los miércoles
miércoles que no recuerdo
hoy te
hoy te extraño
te necesito en mi casa de jueves
en la cama que tendiste
porque
ya nadie posee los sábados a la mañana
excepto tu sonrisa
y nos queda uno, mi amor
nos queda uno y hoy
hoy que tengo miedo
quiero
quiero más sábados.
11.12.11
8.12.11
5.12.11
ya nunca
no haberme enamorado acá
es así hermosa
vos sos así de hermosa
porque vos sos un poco yo misma ahora
si
me levanto la piel
estás ahí
y si eso es hermosa
estás ahí
y te amo, abrazo
te amo, tiempo
te amo, días
te amo noche, lunas, opio en las nubes
falta de lluvia
te amo abajo de mi pantalón
y te amo aire
te amo como no creo haber amado, y te amo ahora.
te amo mujer
te amo, palabra
te amo, silencio
te amo ojos inmensos
te amo piel dulce
te amo ducha
te amo
mi dueña, como tu gato
aqui te espero
ya vuelvo, mi amor. te amo.
1.12.11
que, vas a irte
yo
tengo
tu número de teléfono en
un atado de puchos, que
me dice que la otra mañana
volviste a entrar a mi casa a buscar algo
y tardaste en irte,
y cuando vuelvas
vas a
volver a entrar a mi casa a buscar algo.
inclusive mis partes
horribles e inacabadas
son hermosas y felices al lado tuyo.
29.11.11
es un problema
indiscutible
insoportable
como quise explicarle a mariana el otro día
lo que debe sentirse
recortarla
en un millón de pedacitos
quizás
romperla
una foto
es un problema
indiscutible
insoportable
como quise explicarle a mariana el otro día
lo que debe sentirse
recortarla
en un millón de pedacitos
quizás
romperla
a mi poema
y manosearla
rearmarla hipócritamente
a gusto de una mentira.
y manosearla
rearmarla hipócritamente
a gusto de una mentira.
Amelia está escribiendo.
tu espalda
al reverso de la cama
estás mudándote de piel
mientras me mudaba yo
cuando me tapaste los ojos
con las manos
para escuchar la canción
lo hermoso de tus dedos
me hicieron sentir
en el piso, con
la botella en una mano
sonriéndote
por los animales que mataste
por los meses en los que fingiste, por
lo que sea que tarde el sonido, será
lento, yo
sentiré primero
y eso
es el catatónico empirismo
preguntarme si le adjudico
mis ideas
a la biblioteca
que, si bien desde el piso se ve enorme
no se condice para nada
con muchas cosas de las que pienso
y eso
es sentir, también
a las babosas
si
pudiera besarte ahora
carajo, quiero
desarmarte
es casi como si te quisiera
y eso
eso es lo más importante.
26.11.11
como para encontrarte el esternón, y decidiste
re-tirarlo
yo creo que estás listo
como quizás nunca habrás estado
para empezar a abrir de a una
y te va a tirar un poco
saber que todo tu contorno está afectado
por una caja que acumulaba pura mierda
pero ahora
a una de las últimas ya no las tenía, te la había dado
te
regalo la otra
y entonces sí
mis pulmones sobre la mesa de luz caben
y el cordón que los une
me está dando arcadas, pero
finalmente
todo lo que siento para vos
es amor.
22.11.11
contales a
tus padres
a los hermanos que no tenés
a todos tus amigos
pero sobretodo: contale a ella
lo que me estuviste haciendo
mi código civil
es más bien binario
a ver
no compro medias tintas
pero ahora
el día en que me enseñaron
a hacer un desastre con el círculo cromático
entendí
que nosotros mismos
somos un desastre
pintando, y otras cosas
cogiendo, quizás
no habremos tenido un jurado pero sí
y sólo sí
al menos dos personas más en la cama
que casi no entrábamos
que las tenemos clavadas en el pecho
entonces, sí
tantas veces creí
tener adentro algo grande
que me picaba
un cúmulo de deseos impresionantes
que sólo podían depositarse en
reescribirme sólo me llevo a entender mejor
que llevo cuatro años comportándome de la misma manera
entonces, sí
sos sumamente reemplazable
y ya lo he hecho
sabés vos y yo
somos dos tipos
a los que les encanta
chuparse las mentiras ajenas
lamerlas
darlas vuelta
morderlas
preguntarle al otro cómo le gusta
y aunque no me quepa este sentimiento
como ya no han cabído-me otros
todo comportamiento
conmigo
tiene una serie de penas
ni tanto que indultos
cualquier cosa conmigo es un castigo inconmesurable.
21.11.11
20.11.11
half light
soy
demasiado joven
la noche se cae
y habría que correr
encerrarse
tirar la llave
y si ella me rasguña
sólo lo hace holgadamente
ahora
cuando el sol se cae
somos libres
y si se cae
todo cambia
no nos reconocemos
podremos correr por esas calles
que creemos haber conocido
ahora
esconden tanto
es como
meter la totalidad del océano
en un caracol
nuestras cabezas son casas
con pocas ventanas
y cuando creés escuchar voces
son tan sólo ecos.
19.11.11
18.11.11
12.11.11
11.11.11
100
un rato largo
por ahí hablé más yo
tu acento es parecido al de
ese pibe que pinta
que era mi amigo
y me dí cuenta
que la gente de ahí habla raro
habla lindo
ahí estuve yo hace un par de meses
escribí puras porquerías
quizás me curaron las parafasias, las
florcitas amarillas
el punto es que
perdí el control
yo
nunca me entrego
a ninguna situación
excepto esa
y no en general, esa misma
la de anoche
la gente que crece en lindos lugares
besa lindo
me dirás
que debe ser hermoso concordia
que no estuviste
pero entendiste la esencia
y sí, es hermoso
y yo no beso
ni te llevaría a ella
pocas personas usan esa palabra
me dijo otro hace unos días
pero concordia, aunque no creas
tiene mucho de nosotros
por algo no pienso llevarte nunca
tenés tatuado
algo fantástico
digno de ser besado
los ladrones y las serpientes
necesitan una casa
dios sabe, yo busco una
muy lejos de la tuya, y hace
tiempo
que no uso medias
podés afirmar
que me diste vuelta como a una
pero sabés, es
jueves
y de acá al lunes falta mucho
decís que la querés
porque la entendés en su demencia
y ella no se empastilla
para nada
para nada como yo
pero en esa cajita queda
un lunes
un martes
o ese dios que sabe, la usaremos toda
y espero otras
no querés que te cuente
lo sola que estoy
pero lo estás viendo
y lo elijo
anoche, sabés
dormí con alguien después de tiempo
y se sintió bien
despertar estuvo bien
sin pastillas
y con tu beso, hermoso
en un lugar en el que no me besa nadie.
9.11.11
98
con la puta piedra
levantándola
rompiéndome la espalda
(que ya está bastante rota)
alcanzo la cima y no hay nada
digo entonces
para qué hice todo esto
ni siquiera preguntándomelo
para qué hice todo esto
tengo a un tipo dormido
al pie de la cama
lo tengo dormido
en el costado de la cama en que suelo dormir yo
y me digo
para qué carajo se quedó
para qué hice todo esto
hace tiempo ya que no puedo dormir con nadie
que los agujereo con la mirada
hasta que me canso
de mis ojos
de los suyos ya
claramente me cansé
si viene alguien algún día
a reclamarme
que mis ojos son iguales
me parecerá justo
entendeme, la heterocromía
le pasa a pocos
si no sos perro ni gato ni caballo
más bien si sos hombre
entonces te digo
no puedo
por mucho que quiera no puedo, y llevo
100 días dibujando
una sombra en la pared
en una pared en la que claramente
hubo dos ojos distintos
y yo ya no puedo ver el mundo
como si los míos fueran simétricos
julieta, podías
cuantificar
casi todas las cosas que te rodeaban
podías meterlas en una estadística ridícula
paranoíca
hipocondríaca
julieta, conociste a una persona
cuyos ojos reflejaban
lo que queríamos todos en el fondo:
ser dos al mismo tiempo
dos en uno
e inclusive tres
te dijeron hace un tiempo, julieta
que eras tres
y yo creía que no
que era imposible
que dónde estaba la otra
y es la que narra.
8.11.11
97
estoy exagerando
pero despertarse a la mañana y saber
todo lo que yo sé ahora es
corrosivo
es
asesino
entonces
si me arranco una costilla y te la doy, pensarás
es lógico
bastante más sincero que tener
el cuerpo guardado
inmóvil-inútil
sin poder dárselo a nadie
y con los dedos bordeándola
queriendo extirparla.
1.11.11
6
me está sonando como una patada
o como todo lo demás
en los dientes del perro
yo no sé si es que le temo más a eso que existe
pero ya sabés,
el miedo es un campo minado
y yo no pude
ni en dos años
ni en las palabras que usa un suicida
i, me, mine
pero va a llegar eventualmente
y está hasta en el cepillo de dientes
i, me, mine
killing lies
te amo más que tener diecisiete
pero no estoy en condiciones de admitirlo.
tan jodido tenías que ser
me gustaría que hablar fuera como
amacarse
o atarse los cordones
(pero también tuve que aprender)
hoy tengo algo desesperante en el pecho
que es, jocosamente, la espera
es el miedo, tendré que
ocultarme o
cuando todo lo que podría decir
es tan sencillo
conformarme con escribírtelo
es casi peor
tanto peor
que esperarte a las 3 de la mañana
con el corazón en una mano
y el cenicero en la otra.
31.10.11
nadie lo salva de sí
dice pablo
pero hay noches
en las que nos creemos lo contrario
es un poco creérsela, ¿no?
ver el mundo como
un lugar perfectamente transitable
esquivando siempre
rozando,
pasando por el costado
desgarrándose un pedazo de piel
y dejándolo colgado
en un obstáculo
del que nos costó desengancharnos
entonces creo
que nadie lo salva de sí
en tanto él no piense salvarse
nadie lo salva de sí
y a mí tampoco.
26.10.11
24.10.11
Debe ser que el tiempo es ajeno a la misericordia. Que los brindis son hipócritas, que nunca los propongo yo. Nos equivocamos de a dos o tres noches, nos alejamos del consentimiento. A veces cada uno es cada uno y juntos no hacemos ni medio. Pero de vez en cuando el mundo es un lugar perfecto, mirarse los dedos y sentir que no están manchados. Y a pesar de la perfección, y del miedo, también hay días en los que creo que estamos tan sucios que ya nada podrá lavarnos, o volvernos más puros. La dislocación del llanto. El silencio del alba, de unas cuantas noches. Es el silencio. Esa es la daga que me envenena.
(pero el mundo es un lugar perfecto, está hecho para nosotros)
Los días que me levanté pensando que ya estabas despierto. Los días que me despertaste vos. Las veces que dijiste cosas horribles, como si quisieras verme sangrar. Sabés, extirpámelo. No quiero esto. No lo quería en aquel momento, y aunque lo abracé, ahora no. Mi estadío destructivo y yo estábamos bien. El harén estaba bien. El control y la pérdida del mismo de la mano de la violencia, también estaban bien. Ahora soy dependiente. Ahora creo en la insuficiencia. Creo en el ser insuficiente. Por cada desliz de tu dedo sobre mi mano, por cada abrazo eterno hay un puñal simultáneo que se clava en mi sien. Recordándome la imperfección de lo perfecto. La respuesta siempre es que no quiero. Que no quiero esto, que no quiero aquello, pero definitivamente tampoco quiero dejar de sentir todo lo que me provoca respirarte, tenerte cerca. Lo podemos cambiar, lo podemos cambiar por la libertad, por la parcimonia. Vos podés volver al pasado, continuar con la apatía. Yo puedo moverme. Siempre habré de moverme.
Me miró a la cara y me dijo “ésta es la promesa de algo mejor”. Ahí, desde abajo, desde los diez centímetros menos que yo de altura que tiene. Hizo ese gesto con la mano, con el que generalmente sostiene la mayoría de los objetos que sus huesudos dedos de uñas cortas tocan. Y pintadas. Y mal pintadas, horriblemente pintadas, con algún color extravagante. Yo nuncá llegué ahí y sin embargo estoy acá. Como si fuera un honor.
Entonces lo que tengo que entender por el regalo aquel es que siempre que alguien traiga entre sus manos algo que menosprecia, porque promete la venida de otro mejor, quita el valor que podría haber tenido subjetiva y objetivamente en cualquier circunstancia el objeto en cuestión.
Entonces veo que la promesa, el juramento, es la latencia de que en otro contexto, lo venidero será más ameno que lo actual. Ante los ojos del condicionante, claro está. Porque el libro no era malo, y yo a ella la quería. Y todavía la quiero, pero nunca me regaló otra cosa.
Ahora, el día que me dijiste “vos sos lo más lindo que tengo”, que en realidad no sé si era la conjunción de mi llanto ridículo con un “yo también”, y hacías ese gesto con el brazo, ¿me estabas prometiendo que después venía algo más ameno?, que lo hacías por la pura e innecesaria colisión de ambos en un punto intermedio glorioso que extraño la mayor parte del tiempo. Sobretodo la decisión de reventarme constantemente y resfregarme sobre vos para poder extraer cualquier tipo de fluido que te pudiera hacer sentir caliente. Estoy transfiriendo, ya sé. Pero más que caliente, importante. Insensato, necesario, suficiente. Caliente. Atroz.
Es difícil remontar las situaciones cuando creés que ya dijiste todo. Cuando estás convencido de haberlo hecho. Cuando sabés que te mordiste el labio, y lo seguirías haciendo.
Acababa de llegar
estabas incandescente
y el premio era mío
nada que no cueste sentirse molido a palos
tan temprano como para decir
que quiero algo
que voy a conseguirlo
la carne es débil
pero quizás la lengua
llegó inclusive más lejos que la pija
que la mano.
Me arde (un poco)
en avión
(y a unos cuantos)
incandesente
como cuando te morís sin estar seguro
inventaste todo lo que te hace bien
lo que te hace mal
pero el viernes te consagraste
inmóvil
(es que hay gente)
un día te tiré arriba de la cama
abri la caja
y te arranqué todo
te hice llorar
estás verde
pero no vengo a envidiar el pasado
sólo quiero arrancarte la yugular
quería que me sacaras de casa
pero me metiste más
agujereando cada puto mueble
(giraste)
metiendo cada parte
de mi descuartización
adentro de cada uno
cómo compaginás estar herido
(y estar mojado)
masoquismo: nunca estuve tan caliente como cuando me hiciste sangrar
reproducirlo hasta el hartazgo
no va a ser lo mismo
despertarme con fiebre y lastimarme
no va a ser lo mismo
masturbarme
pero me estoy divirtiendo tanto.
el gesto automático es agachar la cabeza, en una suerte de ridícula alegoría.
me gustaba que se dejara el pelo largo.
la casa es un desastre,
los días son más cortos,
hace unos años me pidió que nunca dejara de ser libre.
me dejó
el tiempo
las armas
la ridícula melancolía de la adolescencia
hundida en una suerte de pedestal
que construyó para rendirle culto a mis piernas
para mirarme desde abajo y decirme
que tengo el valor para desagotar la tormenta.
arrancado con violencia de mi vista
lo de atrás ya pasó
me arden las yemas de los dedos
me revuelvo el pelo
de nuevo
para despeinarme
separo
los
sonidos
de
a
uno
poder presenciar la última gota de silencio
de los escombros
entre edificio y otro
de una casa que acaban de demoler
desmantelar
antes el mundo
se iba a desarmar
(lo mismo había con qué pegarlo)
y lo quería más que al viento,
pero volcó la taza.
Cuando hace frío generalmente es tarde. Yo te dije. Tantas veces. La verdad es que te extraño. La reconstrucción del bloque del pasado, única, la hago por partes. No pienso en el dolor, no cómo me gustaba pensar antes. Era masoquista. Ahora tengo una revolución de los mil demonios dentro mío. Quisiera decirte que si tuviera un sólo amor, sería el tuyo. Que soy la mitad de mujer de lo que era. Si te enamoraste tarde, te confundiste. Si lo hiciste antes, ya no estoy así. El miedo es un campo minado, y la tarea (es) de estar solo. Ayer a la tarde cuando me acosté a dormir, eras lo que más quería. Todas las tardes eras lo que más quería. Ahora puedo tener diecisiete, y ser libre. Ser culpable. Cuando te sostengo, al menos esas responsabilidades van de a dos. Mirarte de reojo, y al horizonte. Es verde. Así estamos. Te arrepentiste. Yo también, y tanto. Lo hago ahora, que puedo agarrarte la mano y decirte “hagámoslo de nuevo”. Seamos condescendientes. Los dos. Que es peor que atravesar el infierno atragantados. O mejor. Sin poder distinguirlo. Hundirme en el colchón, abrazándote. No sos eso, y yo tampoco. La falta de definición es una foto fuera de foco, mi vista al salir del trabajo. No poder distinguir los colores a lo lejos. Ni los números. Ni las letras, ni las calles. Ni tu sonrisa. Ni que estés parado a dos metros, esperándome. Yo te estoy esperando. O estuve haciéndolo más tiempo del que quisiera contarlo, y sin embargo, es tanto menos. Tanto menos que me asusta. Tanto menos que te amo. La decisión es amarte, con vos o sin.
La suspensión total de las condolencias. La conversión de las caricias en mitades irreconciliables. No estamos. No queremos. El futuro abandona las medias tintas. Seremos blancos o negros.
Las tazas a la mañana. Las plumas en invierno. La fiebre. Las dos vueltas de la llave. Las clases interminables. Las conversaciones vacías. Los amigos de otros. Cortarse el pelo. Escribir cartas. Sacar fotos. Cerrar la ventana. Meterse en la cama. Fingir las despedidas. Hablar con uno mismo. Callar, callar. Extrañarnos en el chocolate, en las buenas noches, en las caricias. En las traiciones. El santuario en el que te congelo. Revolviendo el café a las cinco de la tarde. Sonriendo.
Que ya no vas a estar. Pero no duele tanto como que no hayas estado. Y te corono de espinas. De heridas relamidas. De esa tarde en el río que te condena. Que te recuerda. Extrañando a los aviones. A los viajes. Al frío de saberte al lado. Tan cerca pero tan tarde para volver a casa. Olvidarse de irse. Recordarlo tan tarde. Tantas muertes, tantas. Papeles destrozados, esparcidos sobre una cama en la que finalmente lloro.
forzar el olvido
yo te digo, mi amor, no hay nada
te desdibujás
sobre el agua
tan innecesario y volátil
como polvo
como el viento cuando dije
(porque dije)
que era menos adorable
que tenerte cerca
(a la devoción la hice trizas)
cuando se mueran tus perros
vas a lamerte la herida
y el silencio será peor
que la daga que me clavaste, caníbal.
Tu fantasma se me resfriega por el cuello. Me ultraja la nuca. Es la reconstrucción de tu boca abierta, en una posición casi irreparable. Abierta. Apenas húmeda por la saliva, por el aliento. Que acercás a mí en un gesto de condescendencia. Tu boca siempre una cortina de palabras inconclusas. De muros erguiéndose frente a mis ojos. A mis párpados sobresalientes. Que te perforaron con toda la parsimonia de alguien que espera. De alguien que llueve. Como si un dedo fuera la llave parcial de una puerta que no abre. Querer coger era como un anillo que usaste el tiempo suficiente como para sentir físicamente su ausencia. El deseo de tener tu esperma entre los dedos fue casi igual. Los anhelos funcionan como astas. Y un pecho es un lugar suficientemente grande como para construir en él una casa, o una pared que se levanta sólo para ser destruida. Para depositar en ella toda la ira que esconden tus silencios.
en ex
Hablás dormido, y gemís dormido, y te movés dormido. Despierto sos, lo que dicen, el choque de trenes. Confío más en tu ojo verde. Es el menos convencional. Cuando temblás sos como un infiel reflejo en el río. Y a mí me gusta mirarte indefenso acostado, y volcarte agua encima.
Ser actual es astringente. Es saber que desataste los mil demonios, y pensarlo todo el día. Es volver a casa, sacarse la ropa y meterse en la cama. Coger hasta el hastío corporal, mental, espíritual. Tener cinco minutos de espamos merecidos, para empezar de nuevo.
Hace un par de noches me puse a leerte algo. Te quedaste dormido, pero llegaste a escuchar que lo único que quería chuparle la prostituta al cliente era el corazón. Yo vengo a lamerte todo.
Ser actual es ponerse un poco menos irónico. Es acariciar el tiempo con la yema de los dedos. Creer que no se escurre. Y dibujar detrás de una risa la paradoja de lo que será ser ex sin querer serlo. Abrazando la idea del abandono, pero no la del indecoro.
Tu cuerpo es el templo que habré de llenar de orgasmos de acá hasta el fin de nosotros. Te corono, te espero. Te corono, te bautizo abriendo una botella de agua a las tres de la mañana, bañándote con ella, y lamiéndolo.
(una cosita vieja)
siento haberme teñido el pelo la semana pasada
lamentándolo
pero fue hace más tiempo
tampoco es tanto, el frío
a veces nos olvidamos de lo que prometemos
portarse mal es
tan normal
y el vacío es un espacio común
a las tres de la mañana
pero a las siete
inmaculado
debajo del marco de la puerta
donde tantos erguidos
dejaron caer la taza
y el amor es un desastre de fluidos
no queda mucho más por hacer
excepto el silencio.
31.7
22.10.11
21.10.11
te pregunté, finalmente, si podías dibujar al infierno
y me dijiste que sí
porque puede ser un jardín lleno de flores o una pelota
hace tiempo que no estoy sola en casa y
hace tiempo que estoy tan sola
cómo te explico
estoy prendida a todas las ventanillas que encuentro y lloro
sin saber bien qué me duele
ahora que entiendo, supongo
que solemos brindar por los que no saben
y nosotros
nos revolvemos dentro de mi estómago
ayer está raro
y el gato se te sentó encima
recordó lo que eran tus manos
yo las sentí en los homóplatos
volví a creer en mi casa
una casa que dejo, en breve
a merced de alguien que pueda cuidarla mejor
yo no pude cuidarme mejor,
y si bien te quiero así de sucio y despeinado
no es que el olfato olvide, es que
creemos que podemos olvidarnos
de mi casa, de la brevedad
de aquellos que nos cuidan
de que no sabemos cuidarnos
y de querernos, sucios y despeinados.
17.10.11
15.10.11
no es fácil hacer dormir al matadero
ni perder jugadores (ni que me agrade)
y vos tenés orgullo y podés recuperarte
me clavaste una daga
envenenada
cómo que
no me conocías
¿cambiaba algo?
sí, es cierto
ahora sabemos
y tu quietud nos castiga
me tomé cuatro cuando llegué
vomité
y tomé tres más
cuando yo te dije
que si perdía hoy
quizás perdía para siempre, te estaba diciendo:
no sé si voy a levantarme
a veces hay
colectivos que hay que dejar ir
porque a éstas noches hay que prenderlas fuego
prefiero arrepentirme
después de haber visto la luz.
14.10.11
entre escribirte y leerte
me pregunto
sin atreverme realmente a preguntártelo a vos
dónde estás ahora
que esos ratitos a la madrugada
se ponen eternos
porque es lo único que tengo de vos
hace muchos años y siempre
que atino a decir: se dan sólo cuando querés
porque todavía la querés tanto
y no me duele, te digo
aunque te gusten esas ideas
menos me pesaría
haberte acariciado el pelo
cuando quería
preguntame ahora
con quién me gustaría
no casarme
y te digo
te quiero tanto como antes
te quiero tanto como siempre
inclusive cuando dije que no te quería
te quiero tanto en la distancia
te quiero tanto cuando puedo
porque sabés
los dos nos olvidamos de querernos
cuando queremos a otros.
1.10.11
18.9.11
una serie de
desgracias inconmesurables
de dolores acumulables
soy un sábado a la
noche tarde madrugada
tragándome las lágrimas
buscando
una razón una pija una charla
trazar una diagonal
entre las cosas que existen
una película un cataclismo
un barco a la deriva sin bote salvavidas
un deseo de aprender
las cosas para las que ya estoy grande
y Rodrigo dijo ayer:
no esperes estar distinto
no desesperes estar instinto.
8.9.11
cómo carajo podemos hablar de escaparse de uno, de
salirse
te está encerrando tu cuerpo,
pero lo peor de todo es que está encerrándome a mí
vos llamabas a alguien
suponemos también, mi nombre
el que sé tener
quizás nunca me consideraron de otra manera
o jugué yo
tanto
pero ponele que me llamabas a mí
a mí que soy un cuerpo
dentro de otro
y de otros tantos
que son filtros
estoy cansada de tener miedo,
el miedo es un campo minado
(puede ser que lo sepas, de antes)
pero lo digo, sí
no soy tan cobarde
pude haberlo sido, peor
siempre me mantuve al filo
y ésta situación me preocupa
a quien hipotéticamente querría entregarme tanto
tenía que ser hombre
insistís en que no me gustan las mujeres, y
las respuestas pueden llegar a ser tan dicotómicas
vos qué sabés, diría yo
que tan poco conocés de mí, y de mi cuerpo
pero volvés a llamarme y pedirme
que abandone mis otras mujeres, si se quiere
que no son mi verdadero nombre
o pudieron haberlo sido inútilmente
(y llevo años)
así es cómo elegís
desnudarme toda
aunque quizás no por completo
y chuparme la concha
concha sabia, dijiste
asumís que es una concha que sabe
que primero le gusta/me
gusta arriba y que bajes
aún sin poder
y presumir
acabar, yo dije: hay una diferencia sonora y espasmódica
distancias
todo el tiempo pensamos en distancias
en el momento justo en el que
tu cuerpo y el mío, están
separados por centímetros
hablar
de que yo me alejo
es volver a la situación que me preocupa
al tema de la entrega
la persona que vos ames, decís
la persona que yo ae
y quién es esa persona
cómo se llama, cómo se viste
qué es lo que le gusta
lo que la mueve, la calienta
porque, a ver
todos podemos ser muy fáciles
pero tanto más difícil es admitir
que lo que te excita es tan tuyo
como caber dentro de una cárcel
dentro de una cabeza
y cuando ya no sos nada más
excepto eso que vaga
debajo de la carne
y puja por salir
dame algo que esté adentro tuyo, tan
adentro que pueda perpetuarme
dame, yo estoy evocándote
te llamo por tu nombre
y por lo que oculta
por lo que tenés en la mochila
y en el cuerpo
estar tan harto de hablar del cuerpo
y de la cárcel, y de la carne
y de lo fácil que sos
no entendés lo mucho que me calienta lo fácil que sos
porque me vuelve útil
y me llena
me enloquece
me transpiran las manos
esto es un capo minado
la premisa de transitarlo
matanos
yo te digo, hacelo
me
quemaste la boca
y el mundo es un lugar tan distinto después de,
es un lugar abstinente.
5.9.11
recordado
no sólo los gritos
sino el balbuceo
que entre un gemido y el otro se volvía etéreo
quisiste descubrir a julieta acosta
y me preguntaste tantas veces, tantas
dónde estaba
dónde yacía en algún pequeño rincón
que pude haberla puesto
por mis problemas de delimitación
o de limitación por ahí
me calienta tu dolor
me calienta tu pena
me calienta tu miseria
y julieta, si vos
te levantás de ésta cama
te vestís
y te vas de tu casa
yo te juro que me mato
porque tenés que entender
que ésta noche
cada uno es el otro
y podemos hacerlo todo
somos cuatro piernas
y dos narices
el tiempo que pasé
esperando para besarte
arrepintiéndome siempre
del miedo
de mirarte a lo lejos
de la brazo-cuello dependencia
que otros tenían
porque era tu cumpleaños
y te cogería hasta que me muera
de hecho, podría matarte
nadie sabe quién soy
ni en qué estoy pensando
y hacémelo, por favor
lo que tiene que pasar para que me vaya
es el infinito
y mañana cuando me levante
puta, puta, puta
seremos dos de nuevo.
pero bueno, no va a haber martes, tampoco.
28.8.11
24
con la cabeza rota
negra y sucia
el punto en el que la gravedad vence las olas
que el río en concordia crece y se devora
tu casa, la mía, la de todos
entiendo que la gente se quiere
por las mismas razones que utiliza para dejarse
y que en la guerra vale todo
excepto morirse sin haber peleado
entiendo las cicatrices, todas mías
que me hice peleando conmigo
peleando por vos
y por un nosotros que construí
ajustando cuentas con lo de antes
con el presente, con
el más allá
con el creer que puedo cambiar tanto
como para cambiarte a vos
como para quererte en serio
como para quererme a mí
pero no me pidas más
que entienda esto
ni que te entienda
porque la gente se lastima
todo lo que se quiere
y los dedos se te llenan de espinas
los ojos se te minan de esquirlas
y querés creer que vas a pararte porque
morir tirado
mordiendo el polvo
es una tentación para la carroña
pero sobretodo para el olvido
para lo que más le temo
sobre la vida y sobre la muerte
sobre el bien y el mal que arduamente construimos
es el olvido
es no haber dejado nada
en la cabeza de nadie
e inclusive menos en el pecho
es haber pasado
intrascendentalmente
por el partido sin haber jugado
sin haberse arrancado la camiseta
habiendo permitido
que tumbaran al hombre
y también a la idea.
24.8.11
20
una mano con esto
un último trago de la botella, y
yo te llevo
las personas simétricas mienten menos, es decir: mirarte es ver siempre lo mismo
no quiero esperar
ni eso ni la falta de filtro
o la necesidad de inmiscuirme
en el medio de las personas
porque tengo
el despecho tan grande
como la fuerza de tus manos al traicionarme
como el recorrido de tu nariz
que no me marque
que no me hable
que no me coja.
19
te conté al oído media hora de suplicios
con toda la desesperanza del mundo, con
el resignarse por completo a una vida
de encerrarte con los huesos, de
reventarte y hacerte sangrar con
la más dulce de las caricias
yo no tengo paz
y no tengo nombre
no tengo ganas para absorber tanta sed junta
lo que es verdadero:
tu voz, tus ojos tan lejos, la erosión constante, tus labios, el río, tu queja incesante
y no iba a cambiar lo que no cambiamos nosotros:
fue el deseo irreverente de ser libres al costo de rompernos la cabeza.
23.8.11
18
nada de lo que podía decirte era más que humo
yo no sé si los dedos se traban porque
me congelan
o sos vos
ni por qué
trato de armarte y desarmarte de nuevo
como ese que le gusta a él
mirá, la verdad es que
tiene los dos ojos verdes
fuma marihuana y sabe bailar
te lo digo así, despacito
porque es difícil encontrar a alguien
que tenga uno de cada
y es difícil relamerse en agosto
pero ese día te dije (y ya hacen varios)
que febrero queda lejos
y que cada vez que abren la puerta del ascensor pierdo coronarias.
16.8.11
12
soberanía de mi cuerpo
bésome
vos no lo hacías tan seguido
díjome
qué-te-parece-julieta-si:
(en condicional, para y qué)
dejamos de pelotudear un poco
y yo pensé
que eso es lo que le pasa cuando le das flores a nadie
o a alguien
se le seca la boca
setenta y cinco por ciento de nada
y un veinticinco de gracias
acariciándo-me la cabeza
y reitero
tengo en la lengua
otra lengua
y tengo en el pecho
otros dientes
tengo saliva que sabe
distinta
a la tuya
las uñas clavadas
cortas
tengo pelos y semen
tengo el vidrio empañado
los ojos encandilados
y a un tipo en el asiento de atrás
acariciándo-me los hombros
la cabeza pegada
y me duele adentro
me duele como cuando pasa el tiempo
y uno se desacostumbra
a que entre el agua por el frente
y encandile
tu cuerpo medio día.
14.8.11
10
así como está, entregándose
a lo poco que calienta el sol en invierno
a la amargura de las 6 de la tarde
al hedor de mis huesos
deben ser mis huesos
cansados
de tanto pelear
no hubo momento en el que esto no fuera
una herida de guerra
te dije vencida
en el campo de batalla que es mi cama
en la que ya no duermo
ni dormiré
porque probablemente temía por esto, y esto existe
existe en el buenos días
en el llegar a casa, en el frío
en la carta en la que puse todas mis fuerzas para decirte
que ya nada puede cambiarme tanto
como lo que deja de existir
y es lo que hay
porque no vas a estar en ella
ni en la de al lado
ni en los cadáveres del piso
que me decían, con el correr de la semana
que yaciste
gemiste
acabaste
transpiraste
gritaste y lloraste
arriba mío.
9.8.11
5
y probablemente ya no siga
resistiendo el peso de mi cabeza
sobre las rodillas
intentando buscar la forma
de meterla en algún lado
similar a un agujero
en el que no cabe
para usar la famosa frase
porque es verdad
no sé dónde meterme
pero no me voy a ir
jamás me voy a ir
sin antes decirte
que lo intenté
lo intenté con todas mis fuerzas
inclusive en el silencio, lo intenté
y lo intento ahora
que no te digo esto, sino más bien lo escribo
lo intenté porque uno elige
casi todo
y yo elegí sostenerte la mano
decidí quedarme dormida
pero todo en lo que creí
y sentí cuando lo hice
creeme que me estaba eligiendo a mí.
8.8.11
4
que en cada rincón al que me encimé
(estabas vos atrás mío)
como la última noche
(estabas vos atrás mío)
yo me excedo, campeón:
por algo no te prometí
- que cada vez que mirás por la ventanilla es Lanús
- que depende del lado en el que te acuestes (te duele menos, y estás verde)
- nunca te cortás las uñas
y que me quemás
en el estómago
en los labios
y en los dedos
31.7.11
-5
no pude encontrar nada mejor que decir
que esta ciudad (se desdibuja)
imberbe
como a esa mujer a la que no quiero
algún día va a dejar caer la careta
pero tendré que barrer los pedazos
justo antes (de)
antes de reírme
tan injusto ibas a ser
y que se queja
alguien que te dejó
parado en el medio de la calle
porque dije no sé cuántas mentiras esa noche
y no tenía ganas de enfrentarme a ninguna
ni de dormir con alguien que no fuera
ese que se queda despierto
pero parece que lo hay que hacer
después de la película
la charla, la cena
y como 20 cigarrillos
vos sabés lo que es, igual
el perdón
pintarse para la guerra
yo te dije
que mi amor es un engaño
que me gustan las mujeres
y las papas fritas;
porque me gustan las mujeres y las papas fritas.
24.7.11
la estirpe
que sequen tus llagas
hechas de sal
y cemento
que te cuiden del mal
de ser un extraño
de ser un tirano
del catalejo
un ejército de sirvientes
hechos a la medida
de las armas precoces
que construiste
escapándote de todo
y parándote así
sobre tus dos piernas
a librar batalla
contra un mundo que no te sirve
solo.
13.7.11
cause im evil
pero poco tampoco quiere decir nada
y él ya lo hizo unas cuantas veces
vos te das cuenta de que
esto se trata de mesura
pero yo todavía no aprendí a controlar
absolutamente nada
mientras juego a reprimir todo
sabemos que me sale, digo
todo me resulta tan putamente mal, que lo hago increíblemente bien
y los tres sabemos que me lo cogía muy bien.
5.5.11
trágico
tengo la espalda como una soga de nudos consecutivos
y consecuentes
estabas lejos
pero todavía puedo erguirme
y caminar cinco pasos
como esos a los que les estalla el corazón
para que los ojos marrones sean tres
y uno azul
estabas lejos
hasta que te tuve
cómo explicar que lo único que necesito que no hagas
es lo que más me gusta.
14.3.11
me bajé del taxi corriendo
me quedé relamiendo ese sabor
mientras me resistía a la rutina que nos condena
(a los dos, eso está claro)
con un beso tuyo
o dos
o el millón que nos dimos hoy porque parece que estábamos de arte
sin dormir
con miedo
y con un dolor que no termino de comprender pero que tampoco tengo ganas de que exista
sabés
la intemperie es un lugar
que atravieso mejor
sola
los campos minados también
eso es un regalo
y mi casa en realidad es
una casa más chiquita, con las ventanas tapiadas
y una puerta diminuta
por la que te dejo pasar
primero con un ojo
y después con el otro.
19.2.11
11.2.11
9.2.11
adentro
e n a v i ó n
(y a unos cuantos)
inventaste todo lo que te hace bien
abrí la caja
y te saqué todo
estás verde
pero no vengo a envidiar el pasado
sólo quiero arrancarte la yugular
quería que me sacaras de casa
de mi descuartización
cómo compaginás estar herido
despertarme con fiebre y lastimarme
no va a ser lo mismo
masturbarme
adentro
me arde (un poco)
en avión
(y a unos cuantos)
incandesente
como cuando te morís sin estar seguro
inventaste todo lo que te hace bien
lo que te hace mal
pero el viernes te consagraste
inmóvil
(es que hay gente)
un día te tiré arriba de la cama
abri la caja
y te arranqué todo
te hice llorar
estás verde
pero no vengo a envidiar el pasado
sólo quiero arrancarte la yugular
quería que me sacaras de casa
pero me metiste más
agujereando cada puto mueble
(giraste)
metiendo cada parte
de mi descuartización
adentro de cada uno
cómo compaginás estar herido
(y estar mojado)
masoquismo: nunca estuve tan caliente como cuando me hiciste sangrar
reproducirlo hasta el hartazgo
no va a ser lo mismo
despertarme con fiebre y lastimarme
no va a ser lo mismo
masturbarme
pero me estoy divirtiendo tanto.
28.1.11
no-quiero-ver-a-nadie
Me miró a la cara y me dijo “ésta es la promesa de algo mejor”. Ahí, desde abajo, desde los diez centímetros menos que yo de altura que tiene. Hizo ese gesto con la mano, con el que generalmente sostiene la mayoría de los objetos que sus huesudos dedos de uñas cortas tocan. Y pintadas. Y mal pintadas, horriblemente pintadas, con algún color extravagante. Yo nuncá llegué ahí y sin embargo estoy acá. Como si fuera un honor.
Entonces lo que tengo que entender por el regalo aquel es que siempre que alguien traiga entre sus manos algo que menosprecia, porque promete la venida de otro mejor, quita el valor que podría haber tenido subjetiva y objetivamente en cualquier circunstancia el objeto en cuestión.
Entonces veo que la promesa, el juramento, es la latencia de que en otro contexto, lo venidero será más ameno que lo actual. Ante los ojos del condicionante, claro está. Porque el libro no era malo, y yo a ella la quería. Y todavía la quiero, pero nunca me regaló otra cosa.
Ahora, el día que me dijiste “vos sos lo más lindo que tengo”, que en realidad no sé si era la conjunción de mi llanto ridículo con un “yo también”, y hacías ese gesto con el brazo, ¿me estabas prometiendo que después venía algo más ameno?, que lo hacías por la pura e innecesaria colisión de ambos en un punto intermedio glorioso que extraño la mayor parte del tiempo. Sobretodo la decisión de reventarme constantemente y resfregarme sobre vos para poder extraer cualquier tipo de fluido que te pudiera hacer sentir caliente. Estoy transfiriendo, ya sé. Pero más que caliente, importante. Insensato, necesario, suficiente. Caliente. Atroz.
7.1.11
and how
la tempestad
el ser impaciente
yo no estoy jugando a esto, digo
le estoy poniendo hasta lo último
como si lo último la última vez no hubiera sido suficiente
pero no interesa
porque lo hago con los ojos cerrados
casi una invitación a que me den por la espalda
(entonces no los abriré a tiempo, no)
esto es un forcejeo de poderes que no termino de entender
(llevamos tiempo)
al menos me calentaría
sentirme un poco más hostigada
como si no fuera a hacerme llorar
que me trates un poco mejor.
5.1.11
dormir
casi como si te tuviera al lado
se me hunden las piedras entre las costillas
anoche sentí algo que hace mucho no
conciliar sería inhumano
estoy mojada
pero nunca dejaré de ser frígida
cuando te sostengo la mano
pienso que el mundo está hecho para nosotros dos
pero es tu mundo
con todos sus mores y benevolencias
y la cosa es estar en él
en el asiento de suplentes de los visitantes
o patear todo, de local y delantera.
2.1.11
25.12.10
aunque me haya vuelto el sueño
no entendí
y probablemente éste no sea el momento para hacerlo
cuando juro que las cosas son así
porque sí
la verdad es que te extraño
como pocas veces
como todas
la calma es hasta efímera
pero hace tiempo entramos en turbulencia
no es que alguna vez nos hayamos ido
pero voy a tener que dejar el palabrerío inútil
a veces tanto
a veces
los muebles no me hablan
de que ésta es mi casa
de que estás vos en ella
pero hay días en los que sí.
23.12.10
22.12.10
14.12.10
300
tírese de rodillas y nade,
a veces una hora es demasiado tiempo
pero mi cuerpo está para esto:
ser el envase contenedor de lágrimas
la tolerancia, la energía.
a contraluz todos los principios se desvancen
y nos quedan nada más que los fines y las culpas,
lo inevitable.
esa maldita renuncia constante.
devoción: que de repente la distancia entre la cama y la puerta sea eterna.
6.12.10
5.12.10
Cerrás la puerta con doble llave a las tres de la mañana. Te olvidás de todo. Sabés que nadie va a intentar abrirla, al menos en unas doce horas. Contaste todas las colillas de cigarrillos que quedaron en el cenicero. Sabés que eran todas tuyas, pero a las del otro no podés distinguirlas. Pensás en Ned Flanders bailando hasta que se le caiga la ropa. Te preguntás si a vos podría pasarte lo mismo. Estás escuchando el mismo disco que escuchaste toda la semana, y sino, lo tuviste en la cabeza. Respirás la soledad de la casa, que es esa roca cayendo lentamente, que es Sebastián y todos los amantes que tuviste, o los que quisiste tener. Anoche le dijiste al pendejo que el amor era estar solo, y querer estarlo. Mentira, o casi. Te gusta mentir, pero no te gusta mentir. Te hace sentir vivo. Es un ensayo para la memoria. De treinta y cuatro pasos con cosas en las manos, entre ordenando y limpiando, su recuerdo te invadió veintinueve veces. En algunos te coge, en otros te abraza, en otros nada más te dice las cosas que quisiste escuchar siempre. De vez en cuando te acordaste de los videos en Internet sobre el consumo del cigarrillo, y de cómo vas a quedar si seguís. Pero creés, y te gusta creer, que uno más no hará la cosa. Porque ya vamos como ciento cincuenta en lo que va del mes, pero con él sólo te fumaste cuatro. Porque cuando está, tampoco es tan necesario, pero no hay nada en el mundo que te ponga más ansiosa, y es la falta. Preparaste todo para tirarte en la cama, para escribir esto, y ni siquiera lo sabías. Pusiste el tracklist nefasto que preparaste, diciendo que para morirte. Todas las canciones que en la vida estaban para que alguien necesitara amor. Le dijiste a Gustavo que ya nadie arruina las canciones, pero admitiste que ese disco que escuchabas para ir a Ramos Mejía en el 166, que llegaba a su fin con un abrazo, te sigue haciendo acordar al viaje. Te hace acordar al viaje para no acordarte de otras cosas. Es que a veces uno comete esos baches, y se olvida. Deja de hablar de unos para hablar de otros. Los entierra, como Ana. Pero no va al caso. Al caso iba que yo estaba con problemas para escribir, que es como tener problemas para exhalar. El mundo está desconfigurándose, descontracturándose como Harry, desarmándose en millones de pedazos sólo para que te los tragues y nunca los puedas expulsar. Porque no hubo palabras ésta semana para describir lo que es sostenerle la mano fuerte y querer morirse. Porque estás harta de hablar de morirse, y harta de escribirlo. Y de la sangre, y del espasmo, y del orgasmo que no llega. Porque ésta semana él dejó a la novia, o ella lo dejó a él, y vos quisiste acercarte. Necesitaste que te pegue un palazo en la cabeza, como tantas otras veces, sólo para estar vivo. Cuando te cansaste de preguntarte cómo era estar vivo, cuál era la diferencia con estar muerto, el problema con las tazas y con todo lo que vas a consumir en todo éste tiempo. Porque el tiempo, y el miedo que es un campo minado. Yo nunca estuve en un campo minado, y aún así, reventé tantas veces. Uno vuelve al negro, indefectiblemente. Es el único color que no vamos a ver como a los otros colores. Una vida puede estar falta de rojo, hasta de verde. Pero negro habrá siempre, como palabras decorando el abismo. Lo que te haga feliz es lo que voy a elegir, siempre. Pero no puedo estar ahí, a eso ya lo sabemos. Tipo tres de la mañana, siete minutos, empiezan a conectarse los amantes que terminaron de coger. En ésta parte sabés que lo que sea que pase con éste texto será nefasto, que vas a arruinarlo, destruirlo, deshilacharlo. Sinceramente hoy, esos que cogen pueden morirse. Esos que se sienten bien, esos que pueden abrazar a otro. Esos, de los cuales a muchos quiero y en los que siempre estoy pensando. Porque la vida que tienen es la que no puedo tener, y lo elijo. La mayor parte del tiempo, el posludio de la una de la mañana me configura a mí escribiendo pelotudeces y a él dando vueltas en la cama. Porque se pudo pajear, y se pudo dormir. Se pudo acostar, pudo llorar. Yo tengo una falta de masturbación ridícula. Nirvana suena como si ya no fuera a pasar nada, y aún así. Soy la persona con más miedos del mundo. Todo se puede romper. Mis pesadillas me lo dicen. Todo el tiempo pueden pegarme en la cabeza y hacerme morir. Qué mejor que morir en manos de la decisión de otro, si yo siempre me puedo morir cuando quiero. Porque ésta semana, también, nunca pensé tanto en matarme como otras, como en el tiempo. Envejecí, y quizás todo llegó hasta ahí. Hasta el deseo de seguir intentando, que se apaga. Cualquier proyecto de los últimos meses me alejó de aquello, y por qué. No sé. Es como un amante inservible. Yo no puedo hacerle el amor a mi cuerpo, ni respetarlo ni quererlo. Necesito depositar lo que no es manipulable. Todo lo demás es cuestión de cómo voy manoseándolo con los dedos. El sueño, el tiempo, el viaje, las monedas, las horas con y sin. Todo es un sin últimamente. Volver a casa sin, elegirlo. Elegir, para siempre hasta que dure el siempre y todo vuelva a ser la misma mierda de antes. Llamar a algún hijo de puta que me coja bien sólo para pedirle que se vaya cuando se haga tarde, y ya no tenga ganas de que me mire nadie, ni ganas del espejo, ni ganas de más nada excepto el llanto y el cigarrillo de haberme obligado a satisfacer a alguien que no se lo merecía. Porque generalmente no se lo merecen. La eternidad está escrita como aquello que te hace feliz. Y hoy quiero eso más que nada menos vos. Todo, constantemente, se transforma en una ecuación de sumas y restas interminables que calculo precozmente en el camino de vuelta a casa. Generalmente llorando, con un pucho en la boca, otro más que no va a hacer al asunto, pero si realmente fuera a vivir un día menos por eso y ese día podía estar con vos, no nos puedo hacer esto, pero en realidad no puedo hacernos nada. Puedo hacerlo todo, sí, porque causalmente me olvido de que el control es algo que tengo yo. El tracklist para morirse, Portishead. A eso lo escuchábamos cuando Teko venía, sólo para coger. Quizás para tomar cerveza, pero para coger. Era más fácil que tenerte a vos ahí, a vos a mí, haciendo cualquier otra cosa excepto acercándote. Reitero, de cualquier manera, ya nada puede ser mejor que me agarres del brazo con violencia sólo para que me abraces. Para que me lo pidas. Cómo te explico ahora todas éstas cosas que se decantan. Sería más fácil escribirte, pero en realidad nunca puedo hacerlo. No se me cae una puta idea, no puedo con eso. Lo único que quería hacer, antes, era ser mujer. Nada mucho más superficial que eso. Ahora quiero llegar a casa y poder dormir. Pero no, no puedo hacerlo, ni voy a. Nunca vamos a dormir juntos, imaginate. El día que podamos, voy a estar ahí como una idiota, mirándote. Extrañándote, cayendo en lo absurdo de saber que a pesar de todo te tengo al lado, que no te vas, pero que nunca estuviste. Yo sé quién fuiste antes, pero no podemos discutirlo. Sin embargo vos, de mí no sabés nada. No entendés las cicatrices literales que tengo por el cuerpo. No sabés lo que es estar solo, y aún así, vas dejando solos a todos. No sabés lo que es tener que completar la tarea, tener que salir al campo de batalla destrozado y solo, a pelear por algo que no conocés. Pero peleás igual, y con los años te hacés pedazos, le regalás una parte a cada persona que te resulta significativa, pero que con el tiempo probablemente se desvanezca. Vos te escondés detrás del hierro, cual buen hijo de puta que sos. Yo no tengo más que la transparencia, y aún así no dejo de ser condenadamente turbia, minada de secretos, de secretos y de miedo. Será que llorar juntos tiene eso, ese no sé qué de ser de las pocas cosas que hacemos juntos. La soledad, las rocas cayendo lentamente, y siempre me hacen pensar en un río eterno sin lecho, cual fondo de nuestras lágrimas, cual retina, nunca termina de caer, y es esa desesperación, la de no tocar fondo, la de no pisar firme, la de nunca saber dónde carajo vamos a terminar ni cómo. Pero me quedo así, me quedo peor, temblando cada vez que me mirás con esos ojos enormes así y creo que voy a reventar. Porque siempre estoy a punto de reventar, y no te das cuenta. Por suerte no te das cuenta, podemos morirnos en el intento. Así vas a llorar cuando yo no esté. Y por momentos, fijate, que no estoy más. Que me asesinás cuando me respirás tan cerca, y yo tiendo a la creencia de que ya no me queda nada excepto la asfixia que tanto habrán manipulado leyendo el capítulo siete. Porque yo sí lo entendí, estaban hablando de algo que, lamentablemente no puedo relacionar a tenerte cerca. Pero besarte es eso, tocarte, violarte hasta el fondo, hacerte las cosas que pienso veinte siete veces mientras voy de la puerta de entrada a la cocina, al baño y al comedor, para preparar todo para escribir esto, esto que no vas a leer.
30.11.10
a
todo me duele,
pero hoy no me importa,
no me importa en lo que quema, ni en el silencio, porque hoy dije
las palabras cual plaquetas que intentaban cicatrizar la herida de las sombras
eso que yo creí ya haber dicho
que no fue más que el recuerdo de lo no correspondido
papá, estás condenado
a pisotear los cimientos de la casa por siempre
a decir yo no amo
y entonces cada puerta suya
transformada en mía,
en la forma que tengo de hacer las cosas
será la que sea, será
el hundimiento del puñal
del desengaño
la llama
de los amantes libres
que no son yo
¿y no era yo, acaso,
acariciándote el pelo,
relamiendo tus miserias,
provocándote espasmos,
abrigándote de la lluvia?
que no fui yo,
sino fui quien querías que sea,
alguien que te anestesie
(pero esto es local)
yo no penetré tus huesos
apenas si te los miré de cerca
y es la piel, que siempre será almizcle
irrisoria
carroñera
julieta
que lo siento más que al viento
que el oficio de irse
que te ama con los huesos
que no es tu culpa
(pero yo no hice nada para que otros te lastimen ni planté el miedo)
el miedo es un campo minado.
el campo de la aurora, el frío.
parirás con dolor y de tu cuerpo engendrarás hombres que vendrán a completar la tarea de estar solo.
la premisa de la adolescencia,
la puerta que se cierra y arde.
el dolor de tu madre
la traición, el atrincheramiento
parirás con dolor
y tus hijos llevarán el nombre de alguien a quien no amaste
y ese será el reproche eterno
la moraleja del ahogado
dirán que siempre elegiste el sufrimiento
y no habrá sombreros para nadie
pero el amor será negado
y eso
eso es postergarse
(al punto de creer en lo que ya no llega)
para mí se fue
arruiné todo
entonces los días se marcan de despedidas
y las venas comienzan a rozarse con la piel
a emerger
a recordarte que te gusta ser lastimada
que al arpón te lo regaló mamá,
que querés que te lo claven hasta el fondo y sangrar,
sangrar como siempre
(éste dolor es sólo mio)
sangrar por todo lo que no te pertenece.
28.11.10
25.11.10
18.11.10
15.11.10
pájaros negros
Debe ser que el tiempo es ajeno a la misericordia. Que los brindis son hipócritas, que nunca los propongo yo. Nos equivocamos de a dos o tres noches, nos alejamos del consentimiento. A veces cada uno es cada uno y juntos no hacemos ni medio. Pero de vez en cuando el mundo es un lugar perfecto, mirarse los dedos y sentir que no están manchados. Y a pesar de la perfección, y del miedo, también hay días en los que creo que estamos tan sucios que ya nada podrá lavarnos, o volvernos más puros. La dislocación del llanto. El silencio del alba, de unas cuantas despedidas. Es el silencio. Esa es la daga que me envenena.
(pero el mundo es un lugar perfecto, está hecho para nosotros)