31.7.09

religión

el teléfono sabe cansarme
los relojes pueden confundirme
entonces hay como cuatro minutos de diferencia
y optamos un intermedio
y qué raro vos poniendo las reglas
qué raro yo, sometiéndome a ellas
como si todo dependiera de tus ganas
es que es la verdad, tantas cosas podríamos haber hecho
si quedaba en mí elegir cómo hacerlas
o quedaba en mí decidir cómo deshacerlas
si quedaba en mí romperlo todo, y lo hice
si quedaba en mí un lugar en el pecho
en el pecho que viniste a desinfectar
entonces estaba mi mano, completamente vacía
y abierta a cualquier cosa que viniera de la tuya
me diste el harpón
señalaste dónde
y acá me clavo, mi amor,
porque no entiendo la lógica de las cosas
seguirte es más bien matemático
es cosa de que de cuatro y
sabés lo mal que me hace que nunca puedas ver el cinco
los ríos metafísicos
vos los dibujás
yo los nado
vos dibujás
yo me paseo por tu casa, fumando
abriendo un libro en cualquier parte
leyéndotelo
el perro me revolotea
como ese nene sordo que corre al lado nuestro
el silencio, mi amor
el ánimo, ese hermanito menor
que nunca puedo levantar
religiosidad
sentí tanta incoherencia
es que pienso, amor, pienso
(pienso tanto)
en vos como una extensión de mi cuerpo
(los hijos que no me hacés)
en mí como una extensión del tuyo
entonces pienso en la espontaneidad de las cosas
pero ahí estás vos con ese muro
impenetrable
y yo rompiéndome la cabeza para entrar
sos una puerta
la más difícil de todas
pensar que estuve dos años del lado de adentro
y ahora tengo el cráneo roto
y ahora está mi sangre, ahí, arruinando la fachada
pudriéndose
buscando una veta
o un viernes en el que podías, porque podías
pero elegís
el silencio.

28.7.09

y famas

cansada, un poco
de adulaciones y también
ocasos
de resultar increíble
interesante
lo suficientemente desinteresada como para no ser
asfixiante
y no tanto
inteligente
hasta envidiable
publicable
necesariamente histérica
y necesariamente idiota
hermosa
en tanto belleza era
subirse al banco de una plaza y saltar
gritar un poco
fumar con terrible delicadeza
y asesinar tan sólo con palabras
tosca, sumamente tosca
retorcida y desprolija
descuidada y el perfume
alcanza para convivir
para matarnos en el intento
y sin embargo, tantos probarían
extrañamente tierna
el pasado es indivisible
yo intenté desmenuzarlo
mis expectativas más sinceras
supieron cautivar
ya sin desearlo
y todo lo contrario
después vinieron los dibujos
después vinieron los poemas
después vinieron los enojos
me desenamoré y enamoré y todo al carajo
encanto y desencanto todo el tiempo
y yo no espero, nunca espero
son los demás
tengo un circo en la cabeza
y un circo es esta vida
papá ya me lo había dicho
él tiene el suyo propio
y acá estoy con el mío
las primeras filas sólo para la gente de verdad
por las otras pueden matarse
pueden, también, abandonarlas
total esto es aburrido
total un día conmigo es diez años con cualquiera
es bastante turbulento, el ritmo no es fácil
total no perdí la capacidad de hacer temblar
de enamorar, tal vez
no me siento una opción
quise ser por un rato
la única y también
piloto
el núcleo
la persona que alguien espera
que alguien entiende
por quien alguien se incinera
y reina, sí, en el mundo de otro
pero insuficiente
al fin
y al cabo.

A Federico Guillermo M.

Sos el que se queda cuando la fiesta terminó y yo ya estoy por el suelo. Cuando me duelen los pies y perdí los zapatos. Cuando estoy en la cama pensando en nada, que es todo, que es nada, y me tocan la puerta para avisarme que estás abajo. Sos el que me agarra la mano en alguna reunión familiar. El que me cocina, el que me cuida, el que siempre va a estar. Sos el que me abre la puerta cuando ya es tarde. Sos el espejo de mi alma, sos las sonrisas y los viajes. Una torre de libros en tu habitación que desordeno con dulzura. Una pila de cartas del 2007. El que abre los documentos importantes, el que tiene las llaves. Una de las cosas más importantes de mi vida. Y yo te adoro, Federico, te adoro.

después de las fiestas

Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,
qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo, al borde de la noche
y que durabas, eras más que el tiempo
eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.


JFC

27.7.09

quiero ver, quiero ser, quiero entrar

Preséntame al señor tiempo, se fue con vos, murió en abril, si se lo contás al viento yo lo ví, yo lo ví. Y me pregunto quién ha robado mis días, yo no sé, yo no sé. Si me preguntas qué ha pasado entre mis manos, yo no sé, yo no lo toqué. Invitame a ver tu historia, nunca diré que ya la sé. Escóndeme en tu memoria, quiero vivir, quiero vivir. Y descríbeme los lugares donde has ido, quiero viajar, quiero seguir. Y explícame hasta dónde has llegado, quiero saber dónde morir. Quiero ver, quiero ser, quiero entrar, quiero andar, penetrar, quiero estar. Remontame en un barrilete, quiero volar, quiero volar. Cuéntame un cuento de hadas, quiero soñar, quiero soñar. Y recordame si alguna vez te miramos, quiero llorar, quiero llorar, y abrime ahora las tres puertas de tu vida. Quiero ver, quiero ser, quiero entrar. Quiero ver, quiero ser, quiero entrar. Quiero ver, quiero ser, quiero entrar.
PorSuiGieco

muertos sin sepultura

Acá, sí, sin mucho excepto un poco de vos, que es lo que me interesa. Casi no hay luz, pero está bien y así prefiero verte, y no verte, todo y el ser, y la nada, podemos discutirlo toda la noche. Ya no es, y lo hago, hablando de cómo hago para escribir, y si pestañéas hace ruido, ¿viste?, y me sonrío asintiendo, porque es lindo creer en ese poema que te acabo de traer, con el cigarrillo que apagaste y el mío cosumido sin ese último beso, son las últimas horas y busquemos algo que nos ate a una conversación sin sentido, es mejor esperar, a veces, pero entre tanto me agoto y hace tanto que no lo decís.
Franz y Mílena están sobre el escritorio muriéndose de ansiedad, nos es tan ajeno y sin embargo mañana seremos ellos, pensando en que dos por dos es una pregunta de manicomio o de escuela primaria. Sabemos mezclar. Y no, no pienso limitarme a eso.
Estás gritándome, ¿sabés?, a veces me cuesta un poco, mis catalizadores son malos, como los tuyos, pero es invertir y tu cara a trasluz, no puedo creer en el tiempo sin verte y acabás de prenderla y eso que escribí no viste y eso que viste no escribí. Al pie de esa foto hay algo que te regalé, vos tan sádico y yo tan masoquista, creo que eso explica un poco las cosas.
Vivir juntos, materializarlo y tu voz, a veces no sé si es que me gusta o sólo estás buscándome. En el otro universo fuimos de la misma especie, no se me ocurre otra cosa. Si tuviéramos todo el tiempo del mundo no sería tan bueno, pero habría noches para destruir y hasta dejar de dormir.
No hace tanto frío, es que atardece y el sonido que no busco explicar y es la fiebre ya superada en esto que es nuestro. Gemir, un poco, sí. Nunca escribí adelante tuyo. Ahora me das ganas de jugar, de hacerlo juntos. Ya tengo verde en los ojos, me cuesta entender.
Cuando desesperaste quise arrancarme la piel, sé que no fui suficiente. Supo haber paz, es mi idea, aquella que te conté en una carta un viernes, a veces me olvido de que estamos en guerra, y no es que me guste, no sé hacerlo de otra manera.
Lloré, no te diste cuenta. Dijiste, también, cosas hermosas. Con nosotros no es así, parte de jugar es poder quemarse, resultamos ser tan piromaníacos.
Tu espalda, con las noches aceleradas (ahora que aprendimos a dibujar), los sueños de siameses, la vida anterior, la explicación terapéutica de lo increíble que es sentirte y la poca atención que le prestamos.
El cronopio que vas a encontrar un día de estos, y por ahí hasta te enojes. Al otro papel vas a guardarlo, o no, por ahí todo vuele, por ahí lo escuches cuando se te caiga la cabeza, tenés besos para un par de días.
Sé volver, no creo en ese problema. Parece que extrañar no es ganas de verte, y ese es un hecho. Son las cosas que le contaste, un tanto literal y un tanto tuyo. Te odio tanto, tanto, que te lo repito, justo delante de esa otra cosa que te digo, a la que no podés responder, pero es así, es dual, es quererte tanto. Y sabés, te la digo porque empecé a entender todo como vos, de tanto encimarnos parece que nos mezclamos en serio. Es grave, y lo sabés.
Ahí vas repitiéndome que no piense tanto las cosas. Ahí voy, sonriéndome. Ahí bajo, es inevitable. Ahí empezaste a hablar, y yo empecé a temblar. Ahí me maltrataste. Ahí me amaste con locura. Ahí me escondí en tu habitación. Ahí viajé para verte. Ahí me resultaste repugnante. Ahí me quejé por el paso del tiempo. Ahí busqué algo fisiológicamente imposible. Ahí me hiciste creer que las cosas perdieron sentido. Ahí refutamos a la civilización entera. Ahí nos reímos de los otros. Ahí me preguntaste por el libro de anoche. Ahí quisiste fumar de mis vicios. Ahí te despertaste dos horas antes que yo, pensando que iba a llegar temprano. Ahí me odiaste, y ahí te detesté. Ahí te quiero. Ahí sos de las cosas más lindas que existen. Ahí causé un incendio, y me lo habías advertido, pero suelo hacer eso con los cigarrillos, y de todos modos valió la pena.

23.7.09

extremidades

Y ahí nos están esperando. Los vasos en el living, los besos en la cara, los dedos en la espalda, las sienes tan ardientes, la fiebre en madrugada, los ojos astillados, el tocadiscos girando solo, la canción que no escuchaste, la pared en la que no escribiste, el consuelo que no buscaste, la risa que no emitiste, mi tono de amenaza al teléfono un miércoles, tu día favorito, y empezó bien. Que te voy a cortar los dedos y también llevarte a vivir conmigo y obligarte inútilmente a jugar a esas cosas que invento. Tanto que te gusto y tan mal elegís. Todavía podemos asumir que inevitablemente vamos a quemarnos, y qué mejor que juntos, y qué mejor que abrazándonos los labios y jurándonos atardeceres, aniquilándonos mutuamente, perforándonos intensamente, inscribiendo las fotografías que aún no nos sacamos y dibujando el resto de los días como si fueran noches.
Detrás de ese papel inscribí las coordenadas de mis pies caminándote las paredes, y se sentía bien, se sentía bien.

por




microbes

si tus células fueran microorganismos reproduciéndose en mí, accidentalmente voy a asesinarlos con la ducha
*

cangrejos

Nos miramos de reojo, entonces yo me arrastro como si quisiera escaparme, sólo busco que me sigas y lo sabés, lo sabés bien. Te sentí, nada más, y tuve que irme. De tu sexo, de tus nexos, de tu pecho prendiéndose fuego, de tu cuerpo tomándome. De tus gritos y tu voz casi apagada contándomelo, cantándomelo. El sonido de la búsqueda de lo perdido, y el encuentro, ya digitado por nuestras sienes ardientes, sin mayor consuelo que converger en un tira y afloje mutuo que por un rato, al menos por un rato, nos apaga y nos sacia por completo.

22.7.09

fire walk with me

"Decídete", dice Roland, "a menos de que quieras tenerme toda la tarde escuchando a ese tipo que le dicta números a no sé quién. ¿Lo oyes?". "Sí", dice Jeanne, "se lo oye como desde muy lejos. Trescientos cincuenta y cuatro, doscientos cuarenta y dos". Por un momento no hay más que la voz distante y monótona. "En todo caso", dice Roland, "está utilizando el teléfono para algo práctico". La respuesta podría ser la previsible, la primera queja, pero Jeanne calla todavía unos segundos y repite: "Sonia acaba de irse". Vacila antes de agregar: "Probablemente estará llegando a tu casa". A Roland le sorprendería eso, Sonia no tenía por qué ir a su casa. "No mientas", dice Jeanne, y el gato huye de su mano, la mira ofendido. "No era una mentira", dice Roland. "Me refería a la hora, no a hecho de venir o no venir. Sonia sabe que me molestan las visitas y las llamadas a esta hora". Ochocientos cinco, dicta desde lejos la voz. Cuatrocientos dieciséis. Treinta y dos. Jeanne ha cerrado los ojos, esperando la primera pausa en esa voz anónima para decir lo único que queda por decir. Si Roland corta la comunicación le restará todavía esa voz en el fondo de la línea, podrá conservar el receptor en el oído, resbalando más y más en el sofá, acariciando al gato que hay vuelto a tenderse contra ella, jugando con el tubo de pastillas, escuchando las cifras hasta que también la otra voz se canse y ya no quede nada, absolutamente nada como no sea el receptor que empezará a pesar espantosamente entre sus dedos, una cosa muerta que habrá que rechazar sin mirarla. Ciento cuarenta y cinco, dice la voz. Y todavía más lejos, como un diminuto dibujo a lápiz, alguien que podría ser una mujer tímida pregunta entre dos chasquidos: "¿La estación del Norte?".

definitivamente, JFC
todos los fuegos el fuego

21.7.09

quizás

por qué sos tan violenta por qué no me querés por qué estás tan loca por qué hiciste eso por qué no podés callarte por qué no parás un poco por qué te enroscás tanto por qué no podés ser feliz por qué llorás por qué gritás por qué sos tan bonita por qué das tantas vueltas por qué me sacás las palabras de la boca por qué estás tan hermosa por qué decís cosas que no entiendo por qué dijiste eso por qué pensás todo el tiempo por qué no te apagás por qué te quiero tanto por qué querés esto por qué te ponés así por qué sos tan histérica por qué no podés dormir por qué escribís así por qué sos extremadamente tierna por qué no escuchás por qué te callás por qué no madurás por qué así por qué no puedo amarte

corales

me muerdo los pensamientos
quizás porque es de noche
y quizás porque me duele el pecho
o porque me golpeo la sien sistemáticamente
pero puedo simularlo bien
total es el techo de otro
y total no me están mirando
tenía, sí, ganas de llorar
reí muy poco
será que me estoy endureciendo
hasta es un poco obvio
porque fui sincera
en tanto serlo es vomitar verborrágicamente lo que encierran las costillas
que no es más que pulmones
si mi alma no está conmigo y
corazón nunca tuve
que no es más que pulmones
y encima me los fumo
después los acaricia cualquier sueño al mediodía
del que despierto exhaltada
cosa de recordar
que esto me está terminando
me está carcomiendo
y como buena adicta que soy
parece que voy a volver a caer.

19.7.09

calamares

te digo que estoy
hecha un sólo nervio
el axón más complejo que pudiste ver
en la inmensidad de la naturaleza
lo drenaba mi espalda
el sonido de tu falta
yo ya lo sentí
tantas veces, tantas
que se me revuelven las vísceras
sí, esas que tanto movés
ahora quiebran
quieren detenerse
y a la vez desarmarse
caerse de canto por la boca
festejando la gravedad
lo que nos mantenía tarados
aferrados a cualquier cosa que se pareciera
el piso
y también algún lecho ajeno
ajenos nuestros cuerpos
yo pensando en otro, vos de otra
eso no estaba bien
lo supe en el viaje de ida
salir
estás tardándote demasiado ahí adentro
casi que me obligás a sacarte
ya estoy
fumándomelo todo
seguí por los bronquios
ya estoy
quemándome las venas
ya estoy
necesitándolo
todas las respuestas
al crisol de preguntas
que no te hago
caen con éstas cartas
estoy arrancándote de mis costillas
y a la vez
midiendo tu vuelta
y pienso: ¿esto se arregla con morirse?
vos con tu harpón, yo con el mío
nos estacamos un poco
y nacemos de nuevo
total mañana es virgen
mañana abrías el papel que dejé en tu abrigo
te sonreías como un tarado
y llorábamos porque era domingo
y cuidate la nariz
que yo me acariciaré los sesos
a ver si así se calman un poco
no vaya a ser cosa
que se conviertan en esquirla
que se conviertan en tragedia,
y, Romeo,
si vas a mentirle a Julieta,
mejor cosete la boca.

espectroscopía

Me hacías sentir bien. Fuimos espectros, dos luces descomponiéndose y alineándose justo en los mismos lugares, cuestión de mirarnos nada más y entenderlo todo. Porque me bastaba con mirarte, vos ya entendías qué estaba pasando en mi cabeza.
Fui tan transparente que hasta me dio miedo. Te diste cuenta porque era el sol lo que estaba sosteniendo con la mirada, my solar eyes.
Con vos volví a vivir eso que llamo visceral, y hacía tiempo que no me pasaba. Con vos entendí lo irascible.
Serás determinadas canciones que pondré de vez en cuando. Esas que escuchamos debajo de una frazada, y otras que simplemente me hacen pensar en vos. Por un tiempo serás un viaje que no me va a gustar hacer. El viaje que hice para desarmarte, supe todo el tiempo que no necesitaba manual para eso.
Es difícil pensar en alguien que pueda entender las cosas cómo vos. Difícil imaginar volver a odiar el amanecer y que las horas simplemente se consuman sin dormir, se evaporen, arruinándome completamente. Desgastándome deliciosamente. Viviendo esa vida que, sabemos, no podríamos hacerlo de otra manera.
Némesis: a righteous infliction of retribution manifested by an appropriate agent.
La mayor parte del día se compone de gente que no entiende nada, con la que no podemos hablar de que dos más dos es cinco. Por eso te voy a extrañar, también. Es tragar amargo.
El día que te fuiste se abrió un universo paralelo, en uno mi cuerpo te seguía, me subía a otro colectivo para ir atrás tuyo, y sucedía lo de siempre. Nos rompíamos incansablemente. En otro, en éste, simplemente te fuiste, yo volví a mi casa, te escribí en el trayecto de ida y nunca más volví a verte.
Vas a querer matarme, y yo voy a querer desaparecer. No vas a querer entender nada. Sé que tu mano derecha no se abre, seguiré ahí, seguirás leyéndome, de hecho, vas a leer esto. Voy a volver a Buenos Aires, que es lo que mejor sé hacer. Vas a estar ahí esperándome con un café, y ojalá esté lista para eso.

12.7.09

la science des rêves

Voy a cantarte en Marzo. Es que tus labios me están invitando a quedarme. Vas a usarme, porque te es redituable. Me duele la cabeza de tanto golpearla contra la pared. Vos sos esa pared, o esa puerta, y yo soy Stéphane queriendo entrar a la fuerza a lo de Stephanie. A esa película no la viste, pero si me permitís hablar alguna vez, voy a recomendártela. Pensé en nosotros montados en ese caballo. Lo mal que entiendo las cosas. La manera tan peculiar que tengo de hacerlas.
Te vas a abrir de par en par, como alguno de tus libros, a otra. Vas a amarla de verdad, no cómo a mí. Será más pura, quizás más inteligente. Será suficiente. Va a hacerte el amor mejor que yo y te va a decir las cosas más hermosas que alguna vez escuchaste. Va a querer hablar de mí, y vos no vas a decirle nada, porque me borraste. Nunca vas a querer que sea las cosas que pensás. La vas a dejar ser y eso te va a extasiar. Vas a decirle las cosas compulsivamente, verborrágicamente, vas a contarle todo lo que sentís. Nunca vas a quedarte dormido cuando te pida algo importante. Nunca le vas a reprochar su pasado. Vas a entenderla completamente, por eso no vas a juzgarla. No vas a congelarte ni lastimarla. Vas a ayudarla a que se apague, nunca vas a alimentar el fuego de estar constantemente prendido. Cuando te de batalla vas a caer rendido, le vas a decir que tiene razón y vas a llorar. Vas a llorar por alguien. Vas a llorar por algo. Vas a ser por primera vez en tu vida un fiel reflejo de tu burda imagen de carne y hueso, porque no lo sos, creeme que no lo sos.

11.7.09

tus días

a veces me canso
un poco
nada más
y poco
(mentira)
te espero
en una foto vieja
que pensé que
no existía
suponía
todo lo que no debo
como que te quedes
enredado en mí
llanto
de poner
todas las tildes
a todas las
íes
de la luna
reflejada
en mis pies
que
caminan por las paredes
ya sangrantes
(que me)
sostienen
y a duras penas
con tus artimañas
de pendejo
y de viejo
la casa que sos
el cuarto más hermoso
estaba en
tu pecho
y mis piernas
o tus
o de cualquiera
te amaban desde adentro
perpetuaban
al hombre
en tus ojos
tiene un sombrero
y yo que
vengo a juntar tus días
(y espero ser la única)
te amo
en el silencio de
algún domingo
con tus manos
presionándome
la cabeza
y
las ganas
de morirme
por completo.