24.10.11

No hay espinas para coronar
forzar el olvido
yo te digo, mi amor, no hay nada
te desdibujás
sobre el agua
tan innecesario y volátil
como polvo
como el viento cuando dije
(porque dije)
que era menos adorable
que tenerte cerca
(a la devoción la hice trizas)
cuando se mueran tus perros
vas a lamerte la herida
y el silencio será peor
que la daga que me clavaste, caníbal.

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